INVESTIGADORES
VOGLER Roberto Eugenio
congresos y reuniones científicas
Título:
Actividades de monitoreo, prevención y control sobre Achatina fulica en la Argentina
Autor/es:
GUTIÉRREZ GREGORIC, D.E.; NÚÑEZ, V.; VOGLER, R.E.; RUMI, A.
Lugar:
Fortaleza
Reunión:
Encuentro; XXII Encontro Brasileiro de Malacologia; 2011
Institución organizadora:
Sociedade Brasileira de Malacologia
Resumen:
En la Argentina se registraban 22 especies exóticas de gasterópodos terrestres. En marzo del 2010 registramos por primera vez la presencia de Achatina fulica en territorio argentino, más precisamente en la ciudad de Puerto Iguazú (25º36´S - 54º35´O), en el extremo NO de la provincia de Misiones. El probable vector de introducción pueden haber sido pescadores que utilizan a este caracol como carnada y que posiblemente hayan liberado algunos ejemplares vivos en la ribera de los ríos Paraná o Iguazú, próximos a la localidad de Puerto Iguazú. Se estima que esta especie fue introducida aproximadamente en el año 2007. Considerando los antecedentes que A. fulica presenta en varios países causando problemas ecológicos, sanitarios y económicos, estamos realizando en la actualidad, conjuntamente con organismos nacionales, provinciales y municipales tareas de monitoreo y control del caracol africano. Durante el año 2010, se han realizado inspecciones en la zona afectada y en localidades cercanas al foco, como también talleres de educación preventiva. Hasta el momento, el caracol está restringido solo a la localidad de Puerto Iguazú, abarcando un área aproximada de 26 hectáreas, lo que indicaría que es el momento apropiado para ejercer un control y evitar la dispersión. En marzo de 2011 se comenzó a aplicar la "semana del caracol", donde se procedió a la colecta (manual y con trampas) y eliminación de los caracoles en las zonas afectas. En dicha semana se colectaron más de 16.000 caracoles. En determinados hogares se realizaron estructuras de tallas, registrándose ejemplares recién eclosionados y adultos de hasta 13 cm de longitud total. También se registraron numerosas puestas de hasta 250 huevos, las cuales también fueron destruidas. Se espera que con estas tareas a lo largo del año evitar la dispersión y disminuir la población del caracol invasor para que sus efectos a la población humana y sobre la fauna nativa sea menor.