Los lugares de las cocinas y las canchas en la construcción dinámica de la casa entre los pastores puneños (Susques, Jujuy, Argentina)

TOMASI, JORGE

Sucre

Congreso; VII Congreso de la Asociación de Estudios Bolivianos; 2013

Asociación de Estudios Bolivianos / Archivo y Biblioteca Nacionales de Bolivia

Dentro sus lógicas de apropiación del espacio, los grupos pastoriles en los Andes se han caracterizado por ocupar una cierta cantidad de asentamientos dispersos ubicados en lugares significativos para la historia familiar, que son recorridos siguiendo un determinado ciclo anual. Dentro estos asentamientos, la casa de campo o domicilio, como se la conoce en Susques, emerge como el principal, sin que esto implique necesariamente que sea el lugar donde el grupo se instala la mayor parte del año. Distintas investigaciones han puesto en evidencia cómo estas casas se conforman a partir de la agregación de una serie de recintos, más o menos independientes, que se despliegan en torno a un espacio abierto, el patio. Estos recintos se suman a lo largo del tiempo en relación con el ciclo de desarrollo de los grupos domésticos, de tal forma, que la casa crece y se multiplica, a partir de un proceso de construcción permanente, signado tanto por las continuidades como por las transformaciones. En este marco dinámico, las cocinas y las canchas o fuegueros se constituyen como espacios peculiares en los que, de alguna manera, se sintetiza la condición de lo doméstico. A partir de la investigación que venimos desarrollando en Susques desde el año 2004, nos proponemos en esta presentación abordar tres cuestiones que ciertamente se encuentran encadenadas y que implicarán un recorrido que irá desde la reflexión sobre casa como una totalidad al análisis específico de la arquitectura de las cocinas, especialmente de aquellas redondas. En primer lugar, entonces, nos enfocaremos en la complejidad del proceso de construcción de las casas de campo, siendo que los recintos que se incorporan, que también reciben el nombre de casa, se pueden comprender simultáneamente como parte y como totalidad en sí misma. De esta manera, consideraremos cómo existen paralelos significativos entre la configuración de la casa y la disposición de sus distintos recintos, y la conformación en el tiempo de los grupos domésticos, sin que esto implique que exista una equivalencia lineal punto por punto. La segunda cuestión que nos proponemos abordar es la materialidad de las cocinas techadas y de las canchas o fuegueros exteriores. En el contexto dinámico que implica la construcción de una casa, estas cocinas se constituyen como una suerte de puntos fijos que tienen a mantenerse estables, sin grandes modificaciones. Mientras que los demás recintos pueden ser asociados con distintas agregaciones dentro de los grupos domésticos, las cocinas se presentan como un ámbito cotidiano y extracotidiano de sociabilidad compartida en torno a la preparación y disfrute de los alimentos. En este sentido, presentan rasgos comunes tanto con el patio como con los corrales, en cuanto a que pertenecen a todo el grupo y no sólo a algunos de sus miembros. Considerando esta condición especial, nos aproximaremos finalmente a la peculiaridad de que las cocinas eran los únicos recintos para las personas que solían construirse con una planta circular y un techo pseudocónico llamado cocoroche. Aunque hoy en día sólo se mantienen en uso algunas de estas cocinas, y ya no se levantan nuevas, esta configuración redonda de las cocinas, que las vuelve a vincular con los corrales, nos permitirá acercarnos a algunos de los sentidos que pueden estar asociados con estos espacios culinarios.