Marxismos latinoamericanos. Una lectura crítica.

FERNÁNDEZ CORDERO, LAURA

Buenos Aires

Jornada; VIII Jornadas de Historia de las Izquierdas. Marxismos latinoamericanos; 2015

CeDInCI-UNSAM

Sin dudas y con razón mucho se ha nombrado a José Carlos Mariátegui. En un breve texto de 1924 analizaba el desarrollo del feminismo a Perú y lo declaraba "esencialmente revolucionario". Sin embargo, que estas dos vertientes revolucionarias -marxismo y feminismo- se encontrasen a lo largo del siglo XX fue muy complicado y, tanto en Europa como en América Latina y según una persistente metáfora, noviaron, se casaron, se distanciaron, se divorciaron o sostuvieron infelices matrimonios. Los marxismos reconocieron desde sus inicios, incluso en la letra de sus fundadores, la importancia de la llamada "cuestión de la mujer", las mujeres resistieron ese llamado (paternalista , en el mejor de los casos), y rechazaron el lugar de la subordinación asegurada que les ofrecían los partidos e, incluso, las revoluciones. Las feministas radicalizadas o autónomas prefirieron ni escuchar sus cantos de sirena, pero las militantes de izquierda que no querían abandonar esa tradición se veían obligadas a incontables torsiones para mantener la relación. Cuando no, aceptar la postergación de sus demandas hasta el ansiado día después de la revolución. O soportar que una y otra vez sus reclamos se incorporasen como se agrega un adorno o un accesorio, pero sin que calara a fondo ni en la teoría ni en la práctica política.