INVESTIGADORES
MARTINEZ Dario Gabriel
congresos y reuniones científicas
Título:
Espacio escolar, modos de habitar y movilidades
Autor/es:
DARÍO GABRIEL MARTÍNEZ
Lugar:
La Plata
Reunión:
Jornada; XXVI Jornadas Nacionales de Investigadoras e Investigadores en Comunicación ?Investigar en Comunicación: un desafío necesario para el fortalecimiento de los procesos democráticos?; 2023
Institución organizadora:
Facultad de Periodismo y Comunicación Social
Resumen:
¿Qué es lo que constituye un espacio escolar? ¿Qué tipos de operaciones producen espacios? ¿Cómo puede abordarse este interrogante desde comunicación/ educación? ¿Cuáles son los modos de conceptualizar específicamente a estos espacios? ¿Cómo habitan los sujetos en esos espacios? Estos interrogantes se inscriben en la problemática de la producción social del espacio y es posible reflexionar específicamente en torno del espacio escolar. Sobre este último enfocaremos nuestras conceptualizaciones. La producción del espacio resulta de múltiples procesos materiales y de prácticas que producen y reproducen la vida social (Harvey, 1998). Al mismo tiempo encontramos que la producción del espacio genera conflictos de diversa naturaleza (Lefevre, 2013), al permitir formas de circulación, con recorridos permitidos y otros restringidos. Estos aportes fueron retomados por la antropología urbana (Chaves y Segura, 2021), la geografía social (Gutiérrez, 2010) y, con diferentes alcances, también por los estudios en la arquitectura escolar (Serra, 2021). Estos últimos reconocen a Elsie Rockwell (2018) como una pionera en atender la escuela como una construcción social, donde es necesario recuperar lo local y las singularidades de lo cotidiano porque los diálogos que los actores establecen con el espacio escolar son específicos. La arquitectura escolar puede ser considerada un discurso, como una construcción cultural que expresa determinadas significaciones y es una forma silenciosa de enseñanza (Escolano Benito, 2000). El campo de comunicación/ educación también estableció diálogos con estos estudios de la arquitectura y el espacio escolar. María Belén Fernández (2000) sostenía que era necesario pasar de la arquitectura (como un elemento garantizador de la continuidad de un modelo político e ideológico) hacia una cartografía cultural de los espacios escolares. A partir de un relevamiento histórico, donde se marcaban las tensiones del poder disciplinario (Foucault, 2000) y los escenarios de interacción (Giddens, 1995), Fernández señalaba cómo espacios viejos construían prácticas nuevas y cómo espacios nuevos generaban prácticas viejas. Dentro de las ciencias sociales existen perspectivas que señalan al espacio constituido por interrelaciones (desde lo global hasta lo íntimo), que permite la posibilidad de existencia de multiplicidades y siempre está en formación, en un constante devenir (Massey, 2005). En relación con esto, Ingold (2011, 2012) indica que las movilidades, los desplazamientos trascienden a la simple ocupación de estructuras arquitectónicas. Habitar no implicar estar dentro de lugares, más bien comprende el moverse a través de uno, hacia y desde ellos, hacia otros lugares. Los lugares se construyen a partir de los múltiples movimientos que hacen las personas. A partir de estos aportes conceptuales, presentaremos algunos avances del trabajo de campo realizado en una escuela secundaria agraria de la localidad de Abasto en La Plata. Se trata de la única institución de estas características en todo el distrito y tiene una matrícula aproximada de 470 estudiantes. Cuenta con jornada extendida y entrega titulaciones de educación técnica. Está localizada sobre una ruta provincial con mucho tráfico de autos particulares y de camiones que trasladan la producción del cinturón hortícola platense hacia los mercados regionales.