BECAS
ROMANO Barbara Teresa
capítulos de libros
Título:
?El auge de las viviendas desocupadas en el centro de la ciudad de Lomas de Zamora?
Autor/es:
ROMANO, BÁRBARA TERESA
Libro:
Movilidad y pobreza: otras miradas sobre las marginaciones sociales y la planificación territorial.
Editorial:
IMHICIHU
Referencias:
Año: 2019; p. 185 - 200
Resumen:
En el periodo poscrisis 2001 la Argentina experimentó una notable recuperación tras la salida del régimen de convertibilidad, la estabilización y crecimiento positivo de la balanza comercial y la restitución de la figura de las retenciones a las exportaciones. Autores como Del Río, J. P. (2014), Guevara, T. (2014), Dalle, P. (2010) coinciden en señalar que la pérdida de la participación del endeudamiento externo en la economía nacional, posibilitó la consolidación de un escenario para establecer un dólar alto que permitió crear las condiciones para una recuperación de los sectores productivos orientados al mercado interno y, además, mejorar la competitividad para los exportadores. Se inició una etapa de fuerte crecimiento de la actividad económica, que se tradujo fundamentalmente en el Producto Bruto Interno y en el empleo; el cual ocasionó un aumento generalizado del consumo interno y disminución de la pobreza. Para Dalle, P. (2010) se produjo un cierto derrame de prosperidad, sobre todo hacia los sectores bajos y medios bajos, donde la crisis había tenido un mayor impacto. Con los primeros signos de la recuperación económica, el sector de la construcción y el negocio inmobiliario funcionaron como uno de los motores de la economía, en zonas donde la rentabilidad estaba asegurada. Para Baer, L. (2012) se conjugaron varios factores: suelo barato, bajos costos de construcción (mano de obra y materiales de construcción) y bajas tasas de interés (las oportunidades de inversión condujeron a la capitalización de los recursos financieros en el desarrollo inmobiliario y en la compra de viviendas). El carácter empresarialista en la planificación de las ciudades se manifestó ?o mejor dicho se reforzó- a través de la apertura externa de muchas economías locales, que generaron las condiciones para estimular la llegada de capitales, principalmente del sector inmobiliario (Harvey, D. 2001). Esas condiciones, se tradujeron en el establecimiento de un escenario apropiado para que los actores privados puedan dirigir sus inversiones dentro de la ciudad entre las zonas que representan mayor rentabilidad. Se produjeron nuevos desarrollos inmobiliarios en forma de ?countries en altura?, ?lofts? y reciclajes urbanos ligados a procesos de gentrificación. También se invirtió en la expansión de un formato de consumo, que ya venía desarrollándose desde la década de 1990: los shoppings centers y las urbanizaciones cerradas. Las oportunidades de inversión para los promotores inmobiliarios se concentraron no solamente en los tradicionales barrios de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, sino también en zonas poco exploradas por el urbanismo proempresarial: las localidades cabeceras de los partidos del Aglomerado Gran Buenos Aires. En este trabajo, el objetivo es analizar la disposición de viviendas desocupadas en la ciudad de Lomas de Zamora, considerando a la población involucrada y el rol del Estado y del mercado. Lomas de Zamora es uno de los partidos que conforman el Aglomerado Gran Buenos Aires. Limita con el sur de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires y está a 20 minutos de tren de la estación Plaza Constitución, que representa una de las puertas de entrada a la Capital Federal. El partido está compuesto por las localidades de Banfield, Turdera, Lomas de Zamora, Temperley, Llavallol, Villa Centenario, Villa Fiorito e Ingeniero Budge. En la localidad de Lomas de Zamora se ubica nuestra zona de estudio, en su ciudad cabecera, que recibe el mismo nombre.La problemática que busca analizar este artículo es sobre el aumento sostenido de la cantidad de viviendas desocupadas en la ciudad de Lomas de Zamora. De acuerdo al INDEC se entiende como vivienda desocupada a ?aquella que no se utiliza como residencia habitual de un hogar y nadie pernoctó en ella en la víspera del censo. Se diferencia según el motivo por el que se encontraban desocupadas: de veraneo o de fin de semana, en alquiler o venta, en construcción, usada con fines no habitacionales, por otra razón? (INDEC resultados definitivos para Buenos Aires, 1991: 21).La financiarización de la vivienda impulso la participación de bancos, empresas constructoras, desarrolladores inmobiliarios, fondos de inversión y gobierno e incentivaron transformaciones urbanas (Rolnik, R. 2017) que, en nuestro caso, promovieron la creación de una zona apodada por los promotores inmobiliarios como Las Lomitas. La zona en cuestión está atravesando procesos de inquilinización, en forma contemporánea con la pérdida de propietarios (Romano, B. 2018b).El auge inmobiliario de la década del 2000 demuestra un aumento sostenido de la cantidad de viviendas nuevas en la ciudad de Lomas de Zamora, principalmente de departamentos, que llegan a triplicar a los existentes en la década de 1990. Al mismo tiempo, y de acuerdo al análisis de los datos proporcionados por el INDEC (censos de 1991, 2001, 2010) la cantidad de habitantes en nuestra área de estudio se mantiene estable y, en algunas zonas, presenta leves incrementos en su variación intercensal. Frente a este panorama, en esta presentación nos proponemos analizar la cantidad y distribución de viviendas desocupadas, a través de la información presente en los tres últimos censos nacionales, en contraposición al crecimiento de la población residencial que parece estancado; con un enfoque que pretende interpretar los significados y las características que están por detrás del fenómeno de las viviendas desocupadas. El aumento de la cantidad de viviendas vacías se relaciona fundamentalmente con los alquileres, puesto que esas viviendas vacías -que son ?retenidas? y no se colocan en el mercado- están empujando el precio de los alquileres. Una de las consecuencias es que aumenta la cantidad de dinero que cada familia destina al gasto del alquiler , lo que repercute en los niveles de pobreza y, entonces, en la delimitación del valor de la canasta básica.