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El trabajo pretende analizar la evolución de los salarios reales, los skillpremiums, y la profundidad de la inversión urbana y rural (a través del diferencial que marcan los indicadores de calificación laboral) en Buenos Aires entre el final del siglo XVIII y las primeras décadas del XIX. Se presentan series temporales de precios de alimentos para el período1775-1830, a partir de las cuales se construyen diferentes tipos de canastas de consumo, que se utilizan a su vez para deflactar salarios de trabajadores de la construcción con distintos niveles de calificación (peones y albañiles). Los resultados muestran la particularidad regional de contar con un bien de equilibrio, o de resguardo (la carne),que compensaba con movimientos mucho más leves o incluso inversos las alzas coyunturales de precios de cereales; esa estructura asimétrica comenzó a resquebrajarse desde 1808, sin que, sin embargo, registren el hecho los indicadores teóricos que se elaboraron, y son usualmente utilizados para la comparación internacional. Los niveles de vida, así, recién comienzan a registrar descensos a partir de 1816, que se hacen más fuertes en las categorías calificadas; y, desde 1825, impactan más intensamente al calor del primer ciclo de alta inflación.A ello se agregan mediciones de premios por calificación para trabajadores urbanos y rurales. La hipótesis que buscamos demostrar es que los cambios que trajo aparejada la apertura atlántica generaron una caída en la inversión en el sector de la construcción urbana (anteriormente destino de saldos positivos de la economía mercantil, en busca de renta menor pero segura), inversión orientada a partir de entonces a fomentar la expansión ganadera en áreas de frontera, procesos que se superponen a los ciclos más cortos de las coyunturas de expansión y crisis, y que afectaron sobre todo a los sectores más calificados, disminuyendo en parte la brecha de ingresos del sector asalariado.

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