INVESTIGADORES
PEDROTTA Victoria
congresos y reuniones científicas
Título:
¿Qué veinte años no es nada? Reflexiones sobre la/s arqueología/s del espacio fronterizo y rural pampeano
Autor/es:
BAGALONI, VANESA; PEDROTTA, VICTORIA
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Congreso; XIX Congreso Nacional de Arqueología Argentina; 2016
Institución organizadora:
Facultad de Ciencias Naturales e Instituto M. Lillo, Universidad Nacional de Tucumán
Resumen:
Desde hace aproximadamente unos veinte años se inició el desarrollo de un nuevo campo de investigación arqueológica en la región pampeana argentina centrado en los espacios que sucesivamente funcionaron como frontera interétnica desde la época colonial hasta la consolidación del estado-nación a fines del siglo XIX. Este nuevo campo de estudio se encuentra hoy consolidado dentro de la arqueología histórica argentina a partir del trabajo de distintos equipos y proyectos de investigación que, desde diferentes perspectivas teórico-metodológicas, han recorrido múltiples caminos, muchas veces presentando cuestiones comunes a la práctica arqueológica y otras, abordajes disímiles propios de sus trayectorias particulares. Una parte de estas pesquisas comenzó en la década de 1990 dentro de proyectos de investigación que tenían como objeto de indagación al período prehispánico y que por distintas circunstancias ampliaron su alcance a sitios y/o problemáticas posthispánicas (siendo el caso del sitio Don Isidoro y fortín La Perra, la localidad arqueológica La Amalia, entre otros). Otro grupo menor de proyectos se orientó desde el inicio al estudio de sitios puntuales (p.e. Fortín Miñana, Cantón Tapalqué, Estancia Vizcacheras, Estancia Infierno) y a conjuntos de sitios con características arquitectónicas semejantes (p.e. las construcciones de piedra en los cordones serranos de Tandilia y Ventania). También esporádicamente, se sumaron rescates arqueológicos en pueblos y ciudades. Con el tiempo, estos equipos y proyectos fueron ampliando su alcance espacial y temporal, expandiendo los problemas y temáticas abordadas, así como diversificando los tipos de sitios arqueológicos estudiados en los espacios de frontera. Pueden mencionarse, entre otros, a los asentamientos indígenas, las reducciones jesuíticas, las instalaciones militares y campos de batalla, los establecimientos agro-ganaderos y comerciales, los primeros pueblos y las primeras colonias de inmigrantes europeos. Este crecimiento, sin dudas, es el sustrato que dio origen a la formación de equipos consolidados, integrados por profesionales de base en ?arqueología de espacios fronterizos?, incluso pese a la carencia de ámbitos de formación académica específicos en arqueología histórica que aún presenta nuestro país. Simultáneamente al surgimiento y a la delimitación del campo de la arqueología histórica argentina en general, dentro de la arqueología de espacios fronterizos se dieron diferentes debates sobre la configuración disciplinar, los enfoques teóricos más adecuados, y especialmente, el uso de las fuentes escritas y la información documental en las distintas instancias del proceso de investigación arqueológica. Estas discusiones, que tuvieron su pico a mediados y fines de los 90?, han concluido en un consenso relativamente amplio sobre la necesidad de una integración crítica las diferentes líneas de evidencia que exceden, incluso, las fuentes documentales y que pueden comprender iconografías, pinturas, fotografías, cartografía, relatos orales, entre otras. En algunos casos se ha dado una relación cercana entre los arqueólogos con historiadores y antropólogos que trabajan en temas afines, que se ha plasmado en publicaciones conjuntas y en la realización de simposios y mesas compartidas en diversos eventos académicos. Sin embargo, aún no se han desarrollado proyectos íntegramente interdisciplinarios que superen las colaboraciones esporádicas y/o los vínculos interpersonales entre los investigadores. Dentro de este nuevo campo, al igual que en buena parte de la disciplina arqueológica, existe una creciente tendencia hacia una agenda de investigación que apunte a la democratización del pasado a partir de la visibilización de múltiples voces y de las microhistorias locales. En este sentido y sumándose la diversificación de los sitios arqueológicos antes mencionada, comenzaron a interrelacionarse materialidades variadas, pasadas y presentes, arqueológicas, antropológicas, etnohistóricas e históricas, a través de las cuales se construyen y resignifican las narrativas históricas de los distintos grupos étnicos (indígenas, hispanos y criollos) y sociales (caciques, jesuitas, estancieros, militares, comerciantes, entre otros) que habitaron en los espacios fronterizos. Además de un interés por incrementar el conocimiento del pasado de la frontera pampeana también existe una preocupación por el impacto o el uso del saber acerca de ese pasado en el presente. De este modo, fue y es importante valorar las múltiples circunstancias políticas, sociales, económicas y culturales que afectaron a los espacios fronterizos a lo largo del tiempo y cómo repercuten esos distintos contextos históricos en el presente. ¿Qué pasa con ese conocimiento del pasado en el presente? ¿A quién le sirve? ¿Para qué o para quiénes investigar? Son cuestiones que estructuran tanto los trabajos de extensión y divulgación que forman parte de los proyectos de investigación como los vínculos con la comunidad que se establecen en ese marco. Tomando en cuenta los ejes planteados anteriormente, este trabajo tiene como objetivo reflexionar en torno a los primeros veinte años del desarrollo de este nuevo campo de estudio dentro de la arqueología histórica de la región pampeana, que denominamos en sentido amplio ?arqueología de los espacios fronterizos?.