Narrar la madre, narrar la hija. Notas sobre Aparecida de Marta Dillon y ¿Quién te creés que sos? de Ángela Urondo Raboy.

PELLER, MARIELA

Santiago de Chile

Jornada; Vidas ajenas: perfiles, retratos y biografías latinoamericanos; 2016

Universidad Finis Terrae y Universidad Católica de Chile

El día siguiente al de la muerte de su madre en octubre de 1977, Roland Barthes inicia un Diario de duelo (2009) en el que anota: ?Todo el mundo conjetura -así lo siento- el grado de intensidad de un duelo. Pero imposible (signos irrisorios, contradictorios) medir hasta qué punto alguien ha sido alcanzado? (p. 20. 27 de octubre de 1977). Y en una anotación realizada cinco meses después se refiere a la prisa que tiene por ponerse a trabajar en el libro sobre la fotografía, que será La cámara lúcida, prisa, escribe, por ?integrar mi aflicción a una escritura? (p.116. 23 de marzo de 1978).Me interesa comenzar por estas ideas presentes en el diario de Barthes porque contienen algunas claves desde las cuales leer las obras ¿Quién te creés que sos? de Ángela Urondo Raboy (2012) y Aparecida de Marta Dillon (2015).Mi propuesta es que en estas obras, la figura de la madre (y principalmente la figura de la madre muerta) opera como articuladora de la construcción del sujeto de la enunciación. En los términos de Vanessa Vilches, se puede sostener que estas narraciones, son escrituras del yo, que se muestran como matergrafías, textos en los cuales la madre funciona como el Otro para quién, por quién y desde quién se estructuran los relatos (2003).