INVESTIGADORES
CHERNIAVSKY Axel Damian
congresos y reuniones científicas
Título:
Digo lo que quiero y hago lo que digo. Humpty Dumpty y Deleuze
Autor/es:
AXEL CHERNIAVSKY
Lugar:
Tucuman
Reunión:
Congreso; XIV Congreso Nacional de Filosofía; 2007
Institución organizadora:
Asociacion Filosofica Argentina
Resumen:
Humpty Dumpty en un muro se sentó: / Humpty Dumpty de lo alto cayó? Humpty Dumpty está sentado con las piernas cruzadas sobre una pared tan estrecha que a Alicia le sorprende que pueda mantener el equilibrio. Ahora bien, ¿qué es lo más relevante, que se sostenga en equilibrio o que se ubique en lo alto? Según la lectura explícita de Deleuze, lo primero: Humpty Dumpty está sentado sobre su muro estrecho, maestro impenetrable de la articulación? En efecto, Deleuze inspira su Lógica del sentido en general de Lewis Carroll, el primero en haber hecho la gran suma, la primera puesta en escena de las paradojas del sentido. No hay aventuras de Alicia, sino aventura: su subida a la superficie, su rechazo por la falsa profundidad, su descubrimiento de que todo sucede en la frontera.? Pero si la lógica del sentido en general implica las dimensiones de la designación, de la manifestación, de la significación y del sentido en particular o expresión, este último parece ser escenificado precisamente por Alicia a través del espejo: pasar del otro lado del espejo, es pasar de la relación de designación a la relación de expresión. Es llegar a una región en donde el lenguaje ya no tiene relación con designados, sino sólo con expresados, es decir con el sentido. Aquí dentro, Humpty Dumpty no posee ninguna especificidad pues su equilibrio coexiste con muchos otros signos que remiten al sentido o a la expresión del acontecimiento: Alicia salta con ligereza en el cuarto del espejo, sale de él apoyando apenas las puntas de los pies, flotando suavemente, y en general, todo el reino del espejo parece etéreo y neblinoso. Pero sí aporta dos precisiones irremplazables: con la distinción de categorías semánticas de Humpty Dumpty, Deleuze puede afirmar que el verbo es la expresión más cómoda del acontecimiento; y en la exhortación ?¡impenetrabilidad!?, que Humpty Dumpty explica luego modestamente, Deleuze encuentra su modo de ser: La impenetrabilidad de los incorpóreos sin espesor [se opone] a las mezclas y penetraciones recíprocas de las sustancias. Pero al lado de esta lectura deleuziana explícita, que basta con recurrir a la Lógica del sentido para encontrar su desarrollo, creemos que hay otra posible, en donde lo relevante es Humpty Dumpty declarando desde lo alto: Cuando uso una palabra quiere decir exactamente lo que yo quiero que diga, ni más ni menos. Dicho de otro modo, pretendemos hacer con Lewis Carroll y Deleuze lo que Deleuze hizo con Bergson y el cine: construir una lectura deleuziana del capítulo Humpty Dumpty, más allá de lo que Deleuze afirmó explícitamente sobre él. En efecto, la sentencia de Humpty Dumpty en primer lugar, pero luego todos los otros elementos del capítulo con ella, pueden ser considerados a partir de las tesis deleuzianas sobre el lenguaje, la lingüística y la literatura, desarrolladas fundamentalmente en Mil mesetas y puestas en funcionamiento luego en todos sus escritos sobre el arte literario. ¿Quién es Humpty Dumpty, cómo comprender su declaración, cómo interpretar su ubicación y su caída final? Tras escuchar en ella la voz de una política lingüística que pretende fijar los significados de una vez por todas, descubriremos en ella, y en su discusión con Alicia, la concepción de una pluralidad de discursos heterogéneos y equivalentes que se enfrentan en el seno de la lengua.