INVESTIGADORES
GARCIA Ariel Oscar
artículos
Título:
Informalidad laboral, pobreza y regiones. Un análisis desde la coyuntura argentina
Autor/es:
MARIO, A. Y GARCÍA, A.
Revista:
Estudios Regionales y Mercado de Trabajo
Editorial:
SIMEL-CEUR-CIPSA
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2013 vol. 1 p. 107 - 126
ISSN:
1669-9084
Resumen:
La informalidad laboral en Argentina representa un fenómeno que por su extensión y persistencia resulta insoslayable. Aproximadamente el 40% de los ocupados se desempeñan en el sector informal. Un porcentaje algo mayor de personas, en torno al 45%, poseen al menos un empleo informal. Estos guarismos representan el promedio nacional, siendo a nivel regional diversos los escenarios. En Argentina, la relevancia del estudio de la informalidad laboral excede la problemática impositiva. Ello obedece a su íntima relación con la segmentación de ingresos y, consecuentemente, con la pobreza. Considerando la complejidad que implica el abordaje de un estudio en torno a la informalidad laboral para la experiencia de Argentina, en este trabajo pretendemos: a) analizar la relación entre segmentación de ingresos e informalidad; y b) indagar la asociación entre informalidad y pobreza. En ambos casos, se adopta un enfoque comparativo, el cual pretende echar luz acerca de las particularidades que existen entre las distintas regiones del país, situación que suele ser desconocida a la hora de establecer dinámicas a escala nacional. En primer lugar, para calcular las brechas de ingresos debidas a la informalidad y, de este modo, verificar la hipótesis de segmentación de ingresos se estiman ecuaciones salariales mincerianas. Mediante su utilización, se obtiene el efecto de la informalidad sobre el nivel salarial, ceteris paribus. En pocas palabras, de verificarse segmentación de ingresos por informalidad, un empleado formal (o del sector formal) debería obtener un salario mayor a otro informal (o del sector informal) con iguales características. El empleo informal (o el desempeño en el sector informal) implicaría menores remuneraciones. En segundo término, para cuantificar el impacto de la informalidad en la pobreza se realizan micro-simulaciones, las cuales implican la construcción de escenarios alternativos contra-fácticos y su posterior cotejo con la situación efectiva. Específicamente, se considera la pobreza efectiva con aquella que se registraría si se formalizaran todos los empleados informales (o los trabajadores del sector informal). Para realizar este ejercicio analítico, se calcula un ingreso contra-fáctico multiplicando el salario efectivo de los empleados informales (o los trabajadores del sector informal) por el cociente entre la remuneración estimada de un empleado formal (o trabajador del sector informal) y otro informal (o trabajador del sector informal) de iguales características. Las fuentes de información utilizadas son: a) la última base de micro-datos disponible (que corresponde al cuarto trimestre de 2012) de la Encuesta Permanente de Hogares (EPH), que elabora trimestralmente el Instituto Nacional de Estadística y Censos (INDEC); y, b) el IPC-9 provincias, que elabora el CIFRA-CTA (Centro de Investigación y Formación de la República Argentina- Central de Trabajadores Argentinos). Este último índice consiste en un promedio, ponderado por la participación de cada una de las provincias consideradas en el gasto de consumo total, de los índices de precios de nueve provincias -cuya medición aparece legitimada por diversos analistas-. En el trabajo se concluye que la informalidad resulta significativa en las seis regiones, aún cuando puede identificarse una importante heterogeneidad inter-regional. De un lado se ubica el NEA, donde el empleo en el sector informal implica un 46% del empleo total y donde el empleo informal abarca el 49% de los trabajadores. En tanto, estos valores caen al 33% y 30%, respectivamente, en la región Patagónica. Por otra parte, la informalidad implica, ceteris paribus, ingresos más bajos, lo cual respalda la hipótesis de segmentación de ingresos. Además, si bien se observa una relación positiva entre informalidad y pobreza, la formalización de los informales no permite, en ninguno de los casos analizados, eliminar la pobreza. Esta cuestión pone de manifiesto la perduración de factores adicionales que determinan la pobreza, más allá de la informalidad.