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El problema de la flecha del tiempo, desde la perspectiva de la filosofía de la física, consiste en hallar un correlato físico que fundamente la intuición de un tiempo asimétrico y dirigido. En general, la estrategia más utilizada consiste en encontrar leyes que sean no invariantes ante el operador de inversión temporal, como reflejo formal de una asimetría temporal recogida por la teoría. El operador de inversión temporal, T, lleva a cabo la transformación T:t→-t y se aplica sobre las ecuaciones de la teoría, transformando además todas las variables dinámicas definidas en función de t. Si las ecuaciones son invariantes ante el operador de inversión temporal (i.e. T-invariantes), entonces sus soluciones conforman un par de gemelos temporalmente simétricos (T-simétricos). En cambio, si la ecuación es no invariante ante el operador de inversión temporal (i.e. no T-invariante), uno de los gemelos T-simétricos no surge, obteniendo soluciones solamente en un sentido temporal. Esto condujo a que se evaluara, en el contexto de cada teoría física, si sus ecuaciones fundamentales eran o no invariantes ante el operador T, como manera de determinar si la teoría recogía (o no) una dirección temporal.La discusión acerca del problema de la flecha del tiempo ha sido particularmente prolífica en termodinámica y mecánica estadística, y relatividad general y cosmología. Sin embargo, en el ámbito de la mecánica cuántica, la discusión ha recibido menor atención por parte de filósofos y científicos, discusión probablemente opacada a causa de los conocidos problemas ontológicos y de interpretación de la mecánica cuántica. En este trabajo, buscamos exponer y analizar algunas de las respuestas que se han dado en la discusión filosófica y científica, respecto de si la mecánica cuántica permite definir una flecha del tiempo que sea capaz de fundamentar la intuitiva asimetría temporal que experimentamos cotidianamente.

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