INVESTIGADORES
BONIOLO Paula Susana
capítulos de libros
Título:
Las zonas de socialización territorial y el análisis de clase: La construcción de variables complejas
Autor/es:
PAULA BONIOLO; BÁRBARA ESTEVEZ LESTON
Libro:
El análisis de clases sociales
Editorial:
IIGG-CLACSO
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2020; p. 343 - 360
Resumen:
Las clases sociales y los territorios se moldean mutuamente, puesto que la formación de las clases y su reproducción necesitan espacios territoriales donde generar lugares de localización de las residencias y desarrollar estilos de vida, constituyendo así a los territorios como un elemento diferenciador que refleja posiciones en la estructura social. A su vez, los capitales, recursos y oportunidades no están igualmente distribuidos a lo largo de cada territorio (Boniolo y Estévez Leston, 2017; 2018) y cada uno de ellos ?define coordenadas específicas en relación a los beneficios de la centralidad? (Di Virgilio, 2011: 198). De esta manera, cada territorio ofrece oportunidades y limitaciones específicas que podrían determinar el desarrollo de las trayectorias de vida, reforzando así a la clase social.Partiendo de la idea de que existe una concentración espacial de la ventaja y la desventaja en los barrios urbanos (Mare, 2001) podemos ver cómo la distribución desigual de oportunidades, recursos y capitales conforman estructuras espaciales de oportunidades que tienen efectos propios en el desarrollo de las trayectorias de vida, en el acceso a posiciones de clase, etc., al condicionar ?cuantitativa y cualitativamente? las oportunidades ?y por qué no, desventajas? que se brindan (Galster y Sharkey, 2017).Cada entorno residencial está íntimamente vinculado con las posiciones de clase de las familias que en él habitan, ya que se configura como un elemento diferenciador: ya sea por la calidad de vida, las oportunidades brindadas, la elección escolar, los precios del suelo y la capacidad de pago de los habitantes, los entornos residenciales se conforman como una manera de reflejar posiciones en la estructura social. Sin embargo, esto no quita que los entornos residenciales sean una dimensión separada (aunque íntimamente correlacionada) de las posiciones de clase. El territorio puede presentarse como un espacio atravesado por las relaciones de poder y dominación, en donde los grupos dominantes dejan su huella a través de las instituciones que gobiernan la sociedad. Estas instituciones, servicios y capitales ofrecidos en cada territorio permitirán constituirlo como un elemento diferenciador que ofrezca estructuras espaciales de oportunidades y desventajas determinadas que modelen la manera en la que las personas se socializan. Entonces, en cada entorno residencial, con sus estructuras espaciales de oportunidades y desventajas, se modelarán las socializaciones de los individuos al construirse las identidades e identificaciones grupales o colectivas (Chaves, 2010). En este capítulo presentaremos la construcción de la variable ?zonas de residencia?. Nuestra base pone en evidencia que la movilidad residencial no suele ser muy habitual a lo largo de la vida de los individuos, ya que, por ejemplo, podemos ver que casi el 60% de las personas encuestadas transcurrió más de 12 años de su vida en su primera residencia. Esta nueva variable será utilizada como un indicador de los entornos residenciales en donde los sujetos transcurrieron sus vidas, permitiéndonos así acercarnos a pensar los efectos de cada una de las estructuras espaciales de oportunidades y desventajas a las que se somete a los niños en sus trayectorias de vida. Los círculos de sociabilidad aparecen conectados a las zonas de residencia y a las instituciones (Ramírez, 2013) por las que los individuos transitan y en dónde la homogeneidad residencial encuentra una continuidad natural. La asociación entre los círculos de sociabilidad y zonas de residencia permite pensar en una sociabilidad de afinidades electivas (Svampa, 2002), en donde pueden verse los efectos de los procesos de segregación residencial en la conformación de los espacios de socialización y las formas de sociabilidad, como así también la distribución diferencial de oportunidades y desventajas a las que se somete a cada grupo según su posición en la estructura social. Se constituyen así socializaciones en espacios homogéneos que tienden a la reproducción de desigualdades sociales (Chaves, 2010), según las estructuras espaciales de oportunidades y desventajas de cada entorno residencial.