Brutos y baratos. Descentralización y privatización en la educación argentina (1955-2001)

DE LUCA, ROMINA

Ediciones ryr

Lugar: Ciudad Autonoma de Buenos Aires; Año: 2008 p. 245

978-987-1421-20-6

El trabajo que aquí se presenta forma parte de una investigación mayor, cuya principal preocupación reside en encontrar una explicación no anecdótica a la tendencia a la descentralización del sistema educativo argentino iniciada 1956. Ésta invierte aquella que, de Sarmiento a Perón, construyó el sistema educativo con una estructura centralizada y homogénea. Para responder esta pregunta, nos concentraremos en las políticas de descentralización           -transferencia de establecimientos a las provincias- y la evolución que éstas le imprimieron al crecimiento de establecimientos, alumnos y docentes. Para alcanzar una comprensión global intentamos dar cuenta del movimiento objetivo que se registró en el sistema más allá de las intenciones de quienes lo gobernaron. En otro plano, buscamos contribuir a un estudio global de las políticas educativas datando una de sus temáticas centrales del último medio siglo: la descentralización. Es una de las hipótesis de esta investigación que las políticas de descentralización y, en general, las reformas educativas propuestas componen la forma que asume la estrategia de la burguesía argentina en la fase de profundización de las contradicciones de la gran industria, en el marco de las tendencias hacia la descomposición del sistema social. Como estrategia de clase trasciende a los funcionarios políticos que las ejecutan. La mayor parte de la historiografía supone que la descentralización constituye un tipo de política educativa impulsada por determinados gobiernos o corrientes ideológicas. La principal consecuencia de su implementación sería la privatización del sistema escolar. Y como corolario, el retiro del Estado en materia educativa asumiendo una posición “subsidiaria” en lo que refiere a su sostenimiento, gestión y control. Sin embargo, no se demostró que ésa haya sido la evolución del sistema educativo en el plano empírico. Más bien, lo uno y lo otro ha sido tomado como un dato a priori. Esta tesis pretende llenar ese vacío. Para ello, nos concentramos en reconstruir la evolución objetiva del sistema escolar desde mediados del siglo veinte. En este punto, nos preguntamos: ¿la descentralización realmente afectó al sistema educativo? Si lo hizo, ¿produjo una privatización escolar? O, por el contrario, ¿provocó otro fenómeno que debemos explicar? Nuestro trabajo se guía por la siguiente hipótesis: el conjunto del sistema educativo no se vio afectado por un proceso masivo de privatización educativa. Más bien, creemos que frente a las políticas de descentralización nos encontraríamos en presencia de un cambio de jerarquía en el interior del Estado. El cambio de jerarquía no implica necesariamente su retiro. Desde nuestra perspectiva, la descentralización produciría una provincialización escolar. Además, esa permuta en el rango de la autoridad estatal no se limitaría a momentos puntuales de descentralización implementados por gobiernos y/o regímenes específicos. Por el contrario, se instauraría como una tendencia que, como tal, los excedería. Si tal hipótesis es válida deberíamos observar que cada uno de los traspasos de la Nación a las provincias ejecutados en momentos específicos se consolidó y perduró en el tiempo, al margen de las vicisitudes sufridas por la legislación que originalmente los impulsó. Es decir, ninguna gestión particular representaría un polo contrario o contra-tendencia al proceso de provincialización. Aquí nos proponemos avanzar en dilucidar qué ocurrió en el sistema educativo desde mediados del siglo veinte. Nos preguntamos, entonces, si el sistema fue descentralizado, si ello implicó su privatización así como también cuál fue la composición que en el conjunto del sistema educativo tuvieron la autoridad pública y la privada, a lo largo del tiempo.