Aportes de la psicología social y de la psicología genética para la indagación del desarrollo moral

BARREIRO, ALICIA VIVIANA

Ciudad Autónoma de Buenos Aires

Taller; VI Jornadas Internacionales y III Nacionales de Representaciones Sociales; 2009

Universidad Nacional de Quilmes y Universidad de Buenos Aires

En este trabajo se presentarán algunos de los resultados de una investigación que combinó los aportes de la psicología social y la psicología genética para el estudio del desarrollo moral. Específicamente, se mostrarán los resultados obtenidos respecto del proceso de apropiación de la Creencia ideológica en un Mundo Justo, identificada por Lerner (1965, 1998, 2003). La investigación se basó en un diseño descriptivo correlacional en el que participaron niños y adolescentes (n=135) escolarizados de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, con edades entre 6 y 17 años. Los instrumentos utilizados fueron la escala de Creencias en el Mundo Justo (Rubin y Peplau, 1973, 1975) y el método clínico-crítico piagetiano (Piaget, 1926/1984). Los resultados obtenidos permitieron distinguir la existencia de tres modos diferentes de justificar la creencia en un mundo justo según la edad de los sujetos: justicia inmanente a la naturaleza, referida a que los objetos y la naturaleza pueden castigar las malas acciones, algo que para Piaget (1932/1971) era propio del pensamiento animista infantil; reciprocidad social, referida a que en la vida se obtiene lo que se merece porque la sociedad se comporta con uno como uno se comportó con los otros y mérito personal, referida a que en la vida se obtiene lo que se merece a partir del esfuerzo personal. Mientras que el primer tipo de justificación se encuentra presente desde los 6 hasta los 9 años, el segundo incrementa su presencia desde los 9 hasta los 14 años, donde coexiste hasta los 18 años con el tercer tipo de justificación. Asimismo, la presencia de la creencia en el mundo justo sería mayor en los sujetos cuyos padres cuentan con un mayor nivel educativo. A los fines de este trabajo es importante señalar, a modo de conclusión, los alcances y limitaciones de cada una de las perspectivas metodológicas implicadas: por un lado trabajar con los aportes teóricos y metodológicos de la psicología social permitió tener en cuenta que los conocimientos nos se producen en un vacio de significados, más aún que muchos de esos significados son producidos colectivamente y que los sujetos se apropian de ellos durante el proceso de socialización. Por otro lado, trabajar con la perspectiva teórica y metodológica de la psicología genética permitió poner de manifiesto que en dicho proceso los sujetos no son meros reproductores pasivos de los conocimientos producidos colectivamente, sino que los reconstruyen al apropiarse de ellos, interpretándolos según el momento del desarrollo cognitivo del que se encuentra. De esta manera, se pone de manifiesto la riqueza del trabajo conjunto entre ambas disciplinas para el estudio del desarrollo moral.