INVESTIGADORES
DRUILLE Paola Ivone
congresos y reuniones científicas
Título:
La mujer en Clemente de Alejandría
Autor/es:
PAOLA DRUILLE
Lugar:
Capital Federal
Reunión:
Jornada; IV Jornadas de reflexión Monstruos y Monstruosidades; 2010
Institución organizadora:
Universidad Nacional de Buenos Aires
Resumen:
Ubicado en el siglo II d. C., y posicionado como el portavoz oficial de los postulados cristianos básicos de la Escuela de Alejandría, Clemente reflexiona sobre la figura de la mujer desde dos aspectos ambiguos y contradictorios: somático y psíquico. Desde el punto de vista somático, la mujer se diferencia del varón por estar destinada a las gestaciones y al cuidado de la casa (Strom. 4, 60, 1). Sobre la base de esta diferencia, el género femenino es para Clemente la “ayuda” (boethós) del varón (Ped. 3, 19, 1), su colaboradora no sólo en la procreación y en las tareas del hogar, sino también en lo espiritual, puesto que la mujer fue creada corporalmente apta para recibir la simiente causante de la generación y, en este sentido, para cooperar en el cumplimiento de la exhortación que Dios profiere al hombre en Génesis 1, 22, “multiplicaos” (plethýnesthe, Ped. 3, 83, 2). Por todo esto, le corresponde permanecer bajo la tutela del hombre con el objetivo de cuidar el gobierno del hogar y de garantizar que se reproduzca. Según el aspecto psíquico, la mujer se coloca en una posición similar a la del varón. Ambos son un compuesto de cuerpo y alma, han sido creados por un único Dios y están dirigidos por el mismo Pedagogo, el Logos de Dios, Jesucristo (Ped. 1, 10, 1-2). En esta última interpretación, los dos tienen en común la vida y la salvación, por eso participan indistintamente tanto de la virtud como de la educación. En consonancia con estos dos aspectos, las contradicciones que plantea el discurso clementino en torno a la mujer se proyectarán sobre su ideal femenino contemporáneo: la mujer cristiana. No obstante, más allá de las diferencias corporales o de las similitudes anímicas, la concepción clementina no consigue adelantarse a la idea tradicional que coloca a la mujer en una posición inferior a la del varón, inferioridad que obtiene sus fundamentos teológicos en Génesis 2, 18 y que sitúa a la mujer en una relación complementaria en relación con el varón, pero nunca completamente equivalente. Es interesante, por tanto, distinguir en el discurso clementino las diferentes caracterizaciones que formula para mostrar las peculiaridades de la mujer alejandrina, a la vez que proyecta una mujer cristiana ideal cuya función cívica y social resulta esencial para la consolidación definitiva del cristianismo de los primeros siglos. Las contradicciones y tensiones que definen la figura de la mujer en los textos de Clemente también permiten profundizar sobre la concepción clementina de la vida diaria de una mujer cristiana, y enunciar algunas consideraciones generales acerca de la posición de la mujer en la iglesia alejandrina del siglo II.