Etnografía intersubjetiva. Biografía personal y políticas del conocimiento en las investigaciones sobre baile

MARÍA MERCEDES LISKA

Salvador de Bahía

Congreso; XI Congreso de la Asociación Internacional para el Estudio de la Música Popular; 2014

Universidad Federal de Bahía y Universidad Federal de Recôncavo da Bahía

La metodología de la investigación etnográfica se sitúa en un proceso de empatía y descentramiento del sujeto que indaga, un recorrido de desapego indispensable para tratar de comprender las experiencias de otros que al mismo tiempo contribuye con nitidez a la clausura operativa de la vivencia propia. En las indagaciones etnográficas sobre el baile del tango en la ciudad de Buenos Aires dicha estrategia se ve conflictuada por el hecho de que generalmente quienes realizan estos trabajos se encuentran intensamente involucrados con las prácticas de baile social más allá de la actividad investigativa, por lo que en la producción de conocimiento se introducen intervenciones de diverso tipo asociadas a la voz del nativo. En el año 1951, Julio Cortázar publicó un cuento que narra en primera persona la experiencia de un espectador en una milonga durante la época de oro del tango. En este cuento el escritor-narrador-observador-intelectual, ajeno a ese mundo, se sitúa en la escena nocturna desde una posición que podría considerarse en las antípodas de la experiencia etnográfica como ejercicio de mimetización con el espacio, mediante un relato dominado por la incomprensión y asumiendo su distancia radical frente a los protagonistas del lugar y su imposibilidad de constituirse como parte de ese universo de goce ejecutado por los cuerpos en movimiento. Allí, aparece un lugar de observación menos explorado en los trabajos académicos aunque ciertamente fructífero en términos de conocimiento de la cultura puesta en juego en las actividades musicales. ¿Qué es lo que dejamos afuera cuando ocultamos lo que nos ocurre en esa vivencia? Este trabajo consiste en una reflexión sobre la práctica etnográfica destacando la dimensión intersubjetiva del conocimiento, destinada a pensar el uso de la alteridad y la diferencia interpretativa, establecida no sólo por la posición de observación sino también por los recorridos personales y las condiciones socioculturales subjetivas relacionadas con la pertenencia social, la identidad sexo-genérica y/o la inscripción generacional, entre otras; es decir, aquellos aspectos de análisis que incorporan un saber de las prácticas reponiendo las distintas percepciones de una experiencia compartida, desplazándose por momentos de la situación de empatía (Leavitt 1966). Para ello, analizaré el caso particular de las investigaciones que han proliferado en los últimos años sobre el baile del tango, un interés académico estrechamente vinculado al proceso de revitalización del baile social en la ciudad de Buenos Aires, tratando de establecer cómo se manifiestan o se solapan las diferencias perceptivas e interpretativas. Luego, abordaré la indagaciones etnográficas propias sobre el baile del tango para argumentar que, hacer jugar mis particularidades como cultora y como mujer con una determinada edad e identidad sexo-genérica, es decir, reflexionar sobre las experiencias intersubjetivas en las cuales estaba implicada, me permitió dirimir algunos de los sentidos de las prácticas de baile, definir el punto de vista de la observación y repensar las preguntas de la investigación. En definitiva, este trabajo se orienta a revisar el lugar que le asignamos a la experiencia personal en el análisis de una práctica musical y lo poco que se escribe sobre las problemáticas de la interpretación etnográfica. La intención es pensar propuestas de trabajo que aporten a construir conocimiento no sólo desde el ejercicio del desplazamiento subjetivo sino también desde la experiencia relacional como un recurso que permita manipular las derivas analíticas desde una posición más sincera y por lo tanto productiva.