Comportamiento Energético – Ambiental de Espacios Verdes Urbanos de Pequeña Envergadura

STOCCO SUSANA; CANTÓN M.ALICIA; CORREA ERICA N.

Mendoza

Congreso; CIICU 2023; 2023

Universidad MAZA

La construcción del espacio urbanizado constituye una forma de transformación del paisaje natural, dado que su impacto no sólo se limita a cambiar la morfología del terreno, su rugosidad, su biodiversidad, etc., sino que también altera las condiciones climáticas y ambientales del paisaje natural. Los espacios verdes proporcionan beneficios significativos en el clima urbano, particularmente atenúan la intensidad del fenómeno de “isla de calor” en climas con importantes niveles de radiación solar, contribuyen a la rehidratación de la atmósfera, propician el refrescamiento del aire, reducen las cargas térmicas de verano y producen ahorro de energía. Uno de los efectos más notables es la mejora de las condiciones de confort durante las estaciones cálidas y el aporte significativo a la estética urbana. Desde el año 2011 en el Instituto de Ambiente Hábitat y Energía (INAHE) se estudia la contribución de distintas tipologías de espacios abiertos vegetados -parques y plazas- y sus beneficios ambientales sobre el clima urbano. En los estudios realizados hasta el momento se ha concluido que los espacios verdes de menores dimensiones, pero insertos con mayor frecuencia en la trama urbana, son más eficientes en términos de mejorar las condiciones térmicas y de confort de los espacios urbanos respecto a grandes parques periféricos. Además, se ha calculado que los pequeños espacios verdes constituidos por plazoletas, bulevares y paseos representan un 63% de los espacios verdes de la ciudad de Mendoza. Sin embargo, hasta el momento no se han realizado estudios de casos sobre estos espacios urbanos, en relación con el diagnóstico de su funcionamiento térmico-ambiental y la influencia de sus variables de diseño. Este trabajo tiene por objetivo difundir los primeros resultados obtenidos en el marco de un proyecto de investigación que estudia y analiza espacios verdes de pequeña envergadura desde el punto de vista de su funcionamiento energético–ambiental en ciudades insertas en contextos áridos. Actualmente se está transitando por la segunda etapa del plan de trabajo que hace una evaluación y diagnóstico de los aspectos térmicos, ambientales y de confort térmico. Metodológicamente se monitoreo la condición microclimática de dos casos de estudios ubicados en la ciudad de Mendoza, donde se diferenciaron dos situaciones espaciales de diseño: arboledas y superficies selladas. Se realizaron mediciones con estaciones fijas y móviles que registraron datos microclimáticos (temperatura del aire, radiación solar, velocidad y dirección de viento, humedad relativa y presión atmosférica). Se determinó el valor de SVF con el programa RayMan y se calculó el confort térmico con el método COMFA. Los resultados obtenidos muestran que en el interior del espacio verde las estructuras arboladas evaluadas mantuvieron o mejoraron las condiciones térmicas y de confort respecto de la condición sellada. Se destaca que estos pequeños espacios verdes producen beneficios en términos de confort térmico y habitabilidad respecto de su entorno. Además de ser espacios para la recreación y el esparcimiento los pequeños espacios verdes se constituyen como focos de refrescamiento del entorno construido.