INVESTIGADORES
OLIVA Ana Laura
capítulos de libros
Título:
Vulnerabilidad de ecosistemas marino costeros Sudamericanos a Contaminantes Orgánicos Persistentes: panorama actual e histórico
Autor/es:
ANDRÉS H. ARIAS; ANA L. OLIVA; ANA C. RONDA; MELINA M. ORAZI; JORGE E. MARCOVECCHIO
Libro:
Vulnerabilidad de las zonas costeras de latinoamerica al cambio climático
Editorial:
ujat, unam, uac.
Referencias:
Año: 2017; p. 363 - 378
Resumen:
Los océanos cubren un 70,8% de la superficie de la tierra, es decir aproximadamente 361,3 millones de km2 para una superficie total de 510 millones de km2. En volumen los océanos y los hielos marinos representan 97,95% del agua del planeta. Se estima que el 60% de la población mundial (3600 millones de individuos) vive a menos de 60 km de la costa y, que esa proporción aumentará a 75% (5.250 millones) en los próximos 30 años (población estimada para el año 2025 de 7000 millones). El 80% de los recursos oceánicos se concentran en la plataforma continental; el océano encierra 80% de la biodiversidad biológica, con un porcentaje incierto aún no descubierta. En este sentido, se estima que los fondos marinos, que en gran parte permanecen inexplorados, albergan un orden de 10 millones de especies de las que aún nada sabemos. A pesar de esto, más de tres cuartas partes de los materiales que degradan los océanos proceden de la tierra. Llegan infiltrándose en el suelo para reaparecer en los ríos y cuencas que desembocan en el mar, por derramamiento directo o a través de la atmósfera. Las principales causas se encuentran en la falta de estructuras urbanas de saneamiento, la agricultura intensiva y la industria. Se calcula que cada año 6,4 millones de toneladas de residuos acaban en el mar. Entre el 60% y el 80% son plásticos, con picos de hasta el 95% en algunas zonas. Por ejemplo, un 70% de los desechos vertidos en el Pacífico no reciben ningún tipo de tratamiento previo (PNUMA, 1997), mientras que en el mar Mediterráneo se arrojan directamente 1.700 millones de metros cúbicos de aguas servidas municipales por año, de las cuales tres cuartas partes no han sido tratadas (PNUMA), y llegan junto con unos 66 mil millones de metros cúbicos de desechos industriales. Todo esto coloca la situación mundial en niveles de alarma y acción: desde el año 1992, en la Cumbre de la Tierra (Río de Janeiro, Brasil) más de 140 países firmantes se comprometieron que para el año 2000, contarían con criterios de calidad para la descarga de aguas residuales y con mecanismos de vigilancia; asimismo para el año 2005 se esperaba el tratamiento adecuado previo a su descarte del 50% de las aguas residuales. Lejos de esas proporciones, tanto los países desarrollados como en desarrollo acumulan estos inconvenientes, ya que el fuerte crecimiento demográfico, la carencia de medios financieros y muchas veces de expertos en gestión, les impide hacer frente a esta realidad.