INVESTIGADORES
DVOSKIN Gabriel
congresos y reuniones científicas
Título:
Sexualidad adolescente: problema de adultos
Autor/es:
DVOSKIN, GABRIEL
Lugar:
BUENOS AIRES
Reunión:
Jornada; II Jornadas de Jóvenes Investigadores; 2014
Institución organizadora:
FLACSO
Resumen:
Este trabajo se enmarca en un proyecto más amplio de investigación en el que analizamos las representaciones sociales que circulan actualmente, en la Argentina, sobre la sexualidad. Específicamente, nos interesamos por los acentos valorativos (Voloshinov, 1929) que se pretenden imponer sobre este signo en los debates sobre la ley de educación sexual integral, sancionada en octubre de 2006. En trabajos anteriores (Dvoskin, 2012), hemos observado que en los materiales elaborados para la implementación de la ley, dirigido a los docentes, hay una categorización de los participantes en dos grupos: por un lado, los adultos (docente, padres) y por el otro, los adolescentes. Esta diferenciación se realiza fundamentalmente a partir de los roles que cumplen en los procesos en que participan: mientras que los adultos desempeñan predominantemente el papel de agente, los adolescentes ocupan el lugar de experimentante o paciente. De esta manera, los primeros son categorizados como sujetos que deciden sus acciones, que las desarrollan de forma voluntaria y consciente. En cambio, el segundo grupo percibe o padece los sucesos, pero no los realiza por iniciativa propia. Por otro lado, pudimos apreciar que la sexualidad está atravesada por categorías médicas y éticas: no sólo se la asocia con peligros para la salud, sino que también se la define como una actividad que requiere de la honestidad, responsabilidad y compromiso de sus participantes. Estas representaciones de la sexualidad y de los participantes descriptos en el texto hacen dudar acerca de si los adolescentes están en condiciones de mantener compromisos éticos y, por consiguiente, si están capacitados para desarrollar prácticas sexuales. De esta forma, no sólo se muestra quiénes están en condiciones de hacer y quiénes no, también se define quiénes son los locutores autorizados. Se establece una economía restrictiva respecto de los discursos sobre la sexualidad; ya no es el silencio el mecanismo elegido sino la palabra (Foucault, 1976).Si bien la sanción de la ley tuvo un amplio consenso (tan sólo un diputado y una senadora se manifestaron en contra), en los medios masivos de comunicación trajo aparejado un importante debate, hecho reflejado en el amplio espacio que se le otorgó al tema en los diarios, la televisión y la radio (Wainerman, 2008). Tanto por la forma de los mensajes que producen como por la posición de enunciación que asumen, los medios de comunicación representan hoy un espacio privilegiado para instaurar los temas que forman parte de la agenda pública. (Raiter, 2002). Lejos de presentar un fiel reflejo de los eventos ocurridos, los medios constituyen una verdadera industria de la información en tanto producen realidad social: son los que representan los hechos en acontecimientos sociales (Verón, 1987). En este trabajo, nos proponemos analizar los procesos discursivos (Pêcheux, 1975) a partir de los cuales se construye la valoración del signo ideológico ?sexualidad?, en el diario La Nación. Si tal como lo define Pêcheux (1975), una formación discursiva define lugares de enunciación determinados y establece una matriz de enunciabilidad que regula las interpretaciones posibles (y las no posibles) sobre los enunciados que allí aparecen, proponemos pensar a cada diario particular como una formación discursiva específica. Es la memoria discursiva del propio diario, los discursos previos, ya dichos, lo que fija y controla los significados de los signos que allí circulan. Partiendo de este supuesto, el diario constituiría un espacio autorreferencial en el que se configuran e interrelacionan las distintas imágenes y representaciones que se ponen en escena en cada artículo. Tomando como base este carácter homogeneizante del diario, conformamos la serie discursiva a partir de establecer un trayecto temático (Zoppi Fontana, 2005) que permite agrupar materiales textuales producidos en tiempos diferentes y por locutores diferentes dentro de un mismo conjunto significativo. Este trayecto temático está definido por la denominación ?educación sexual?, que funciona como hilo conductor para la construcción del corpus. De esta manera, nuestro corpus de análisis se conforma, en una primera instancia, por dos artículos periodísticos publicados en el diario La Nación, el día 25 de junio de 2013. En un segundo momento, ampliamos la unidad de análisis al poner en relación estos artículos con otros analizados en trabajos anteriores (Dvoskin, 2012; 2013). El análisis interdiscursivo nos permitirá establecer el lugar que cada discurso individual ocupa en relación con la serie discursiva y cómo su significación varía cuando se considera el espacio discursivo configurado por la red y, de ese modo, establecer los valores que circulan sobre el signo ?sexualidad?, en este diario.El análisis del corpus estará dividido en dos etapas. En un primer momento, realizaremos un análisis cuantitativo de los datos, para el cual abordaremos los textos en dos niveles, uno sintáctico-semántico y otro, semántico-discursivo. En la segunda etapa de la investigación, realizaremos un análisis cualitativo, momento en que pondremos en relación los discursos entre sí. En el nivel sintáctico-semántico de los enunciados, nos interesamos por los efectos metafóricos (Orlandi, 2012), esto es, los recursos de sustitución, paráfrasis, sinonimia o equivalencia en los que se ve involucrado el signo ?sexualidad?. Para ello, analizaremos los tipos de procesos y los roles temáticos asignados a los actores sociales que aparecen en el texto. En esta etapa de la investigación, seguimos la propuesta metodológica desarrollada por Hodge y Kress (1979), quienes postulan que cada lengua, cada dialecto, provee a sus hablantes de modelos para clasificar e interpretar los eventos del mundo, proceso que es continuo y constante. Estos autores distinguen entre modelos accionales, que pueden ser transactivos, no transactivos o pseudotransactivos, y relacionales, que pueden ser atributivos, ecuativos o posesivos.Por otro lado, abordamos el nivel semántico-discursivo con el objeto de analizar las escenas discursivas (Pérez, 2003) configuradas por cada uno de los textos, esto es, qué voces incorporan, a partir de qué mecanismos lingüísticos trae a escena dichas voces, qué imágenes construye de sí mismo el locutor y de sus destinatarios y cuál es su actitud frente a los diversos posicionamientos discursivos que evoca. Para ello, recurrimos a la Teoría de la Polifonía formulada por Ducrot (1984), en la que establece distinciones entre los diversos sujetos discursivos que pueden aparecer en un mismo enunciado. A su vez, adoptamos las categorías propuestas por la Teoría de la Valoración (Martin y White, 2005). Específicamente, nos centramos en el análisis del subsistema de compromiso, es decir, en los recursos lingüísticos que se utilizan para posicionar al locutor en relación con las proposiciones comunicadas en su texto y los significados por medio de los cuales se reconocen o ignoran los diversos puntos de vista que los enunciados ponen en juego. A lo largo de una escala de valores, podemos encontrar dos dimensiones contrapuestas: la monoglosia, que ignora la diversidad de voces que entra en escena en todo acto comunicativo; y la heteroglosia, caracterizada por el reconocimiento de posturas alternativas en el propio enunciado, ya sea para su apertura dialógica o para su clausura.Dentro de este mismo nivel de análisis, reconstruimos los hilos argumentativos de los discursos. En esta etapa de la investigación, explicitamos las premisas en las que se basan las argumentaciones de los diferentes artículos y las conclusiones a las que orientan cada uno de ellos, tanto las que aparecen en la superficie del texto como las que no son dichas por considerarse obvias, pero que pueden ser ?y de hecho, lo son- repuestas por el lector. Seguimos para ello el enfoque propuesto en la Teoría de la Argumentación en la Lengua (Anscombre y Ducrot, 1988), que plantea que la lengua posee en el nivel léxico más profundo una naturaleza argumentativa y no referencial. Este postulado obliga a concebir la lengua no como un medio para hacer descripciones sobre el mundo, sino como un medio para construir discursos. Siguiendo esta teoría, el encadenamiento discursivo que hace posible el traspaso de un enunciado-argumento a un enunciado-conclusión está fundado en un principio argumentativo denominado ?topos? (Anscombre y Ducrot, [1988] 1994: 217). Este garante no necesariamente aparece explicitado en el texto y no necesariamente es presentado como responsabilidad del locutor, quien puede simplemente servirse de él para su argumentación.En una segunda etapa de la investigación, nos proponemos realizar un análisis de tipo cualitativo, que consiste en poner en relación los discursos entre sí y con la totalidad de la secuencia discursiva de la que forman parte. A partir del análisis interdiscursivo, esperamos establecer las jerarquías entre los distintos discursos que circulan sobre la educación sexual, esto es, qué discursos son los que proponen y tienen la iniciativa discursiva, y cuáles otros son los que se limitan a contestar, confirmando así los valores propuestos por aquellos (Raiter, 1999a). Para ello, configuraremos el espacio discursivo (Maingueneau, 1995) constituido en relación con el tema de la sexualidad con el objeto de establecer cuáles son las formaciones discursivas legitimadas para el tratamiento de esta problemática, cuáles son las relaciones de fuerza y de jerarquía que existen entre ellas, así como también las formaciones ideológicas que representan. Paralelamente, observaremos qué otros sentidos del signo ideológico ?sexualidad? quedan fuera de las interpretaciones posibles (Raiter 1999b), ya sea por su carácter oficialmente prohibido o por pertenecer aún al mundo de lo impensable (Pêcheux, 1981). El emparentamiento de la sexualidad con determinados temas ?y no otros- legitima ciertas voces ?a la vez que descalifica otras-, lo que restringe la circulación de los significados y establece accesos diferenciales a los mismos.