INVESTIGADORES
DVOSKIN Gabriel
congresos y reuniones científicas
Título:
La ESI como movimiento crítico: polémica en el discurso pedagógico
Autor/es:
DVOSKIN, GABRIEL
Lugar:
Buenos Aires
Reunión:
Simposio; III Simposio Internacional Literaturas y Conurbanos; 2023
Institución organizadora:
Universidad Nacional Arturo Jauretche
Resumen:
Todos estos avances y conquistas no son azarosos ni mucho menos gratuitos. Tocamos fibras sensibles y, como no podía ser de otra manera, las respuestas se están haciendo escuchar cada vez más fuerte. Lo vimos a partir de 2018, con el crecimiento de grupos antiderechos, identificados con los pañuelos celestes y reunidos bajo movimientos como Con Mis Hijos No Te Metas. Lo vemos en los dichos de los candidatos libertarios, como mencionaba al principio de la presentación, pero también de forma frecuente en diferentes políticos de distintos sectores que, ante situaciones adversas, su primera reacción consiste en poner el foco de sus ataques en la ESI, el lenguaje inclusivo o el documento no binario y depositan en estos fenómenos las causas de todos los males: la mala comprensión de textos, la perversión de las infancias, el adoctrinamiento. Rechazan todo aquello que pone en cuestionamiento el orden hegemónico y, evidentemente, los avances de los últimos quince años en materia de género y sexualidad generó algún tipo de desestabilización de ese orden: en mayor o menor escala, se visibilizaron problemáticas que existían pero que estaban absolutamente silenciadas; se generó conciencia de la importancia de detenerse a reflexionar sobre estas cuestiones; y se produjeron cambios, como intenté mostrar a lo largo de esta exposición, cambios que están en proceso y que por eso a veces no son fáciles de ver.Los cambios no son suficientes, eso está claro. Definitivamente, no terminamos con el patriarcado aún. Pero no hay que pecar de ansioses porque ello nos puede tapar el vaso más que medio lleno. Como dije al comienzo, creo que ni la persona más optimista esperaba que la ESI produjera semejante movimiento, ni en materia de género y sexualidad ni en materia pedagógica. Naturalizar todos estos avances puede hacer olvidar que son el fruto de años de lucha, de resistencia: en la calle, en el Congreso, en el aula, en la cama, en cenas familiares, en asados con amigues. También puede hacer olvidar que ni siempre fue así ni necesariamente siempre lo será. Abordar los contenidos curriculares desde una perspectiva de género –cualquiera sea- implica historizar esos contenidos, problematizar las condiciones en las que surgieron. Como docentes, tenemos un rol privilegiado para hacer del aula un espacio de discusión, de crítica, de cuestionamiento. Pero para ello, tenemos que estar dispuestes a escuchar –incluso lo que no queremos oír-, a reflexionar sobre nuestras propias prácticas y a poner sobre la mesa nuestras propias premisas. Sólo si desnaturalizamos lo obvio podremos dar lugar a que formas alternativas aparezcan: aquellas censuradas, marginadas, impensadas. Sólo así haremos del aula un espacio democrático de producción conjunta de nuevos conocimientos, en lugar de restringirlo a reproducir lo que dijeron otres (en su mayoría, hombres, blancos, europeos). Sólo así podremos contribuir a generar un orden social sexo-genérico justo.