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Trabajos previos sobre ungulados señalan que el área de la superficie oclusal dentaria estaría relacionada con diferentes estrategias alimentarias en relación con diferencias en la fisiología de la digestión. La superficie oclusal, groseramente cuadrangular en estas formas, fue estimada multiplicando el ancho por el largo de los molares y premolares. Esta aproximación no puede aplicarse a los xenartros fósiles con su molariformes lobulados, por lo que se recurrió a una técnica de digitalización de imágenes para obtener áreas reales. Se analizaron series dentarias de 22 especies de mamíferos herbívoros de tamaños variados y 10 especies de xenartros. A partir de los datos de los mamíferos actuales, se efectuó una regresión lineal de la superficie dentaria contra la masa corporal y posteriormente se añadieron los xenartros. La recta tiene una pendiente de 0,72, muy alta correlación (r= 0,98) y límites de confianza muy ajustados. Casi todos los xenartros presentan superficies menores que las esperadas para mamíferos herbívoros de tamaño equivalente. Los milodóntidos tienen los valores extremadamente bajos. Los Cingulata tienen superficies intermedias entre los milodóntidos y los ungulados de tamaño comparable, lo que sugiere hábitos más pastadores para éstos que para los milodóntidos de tamaño comparable. Por su parte, Megatherium tiene la superficie oclusal esperada para su tamaño o aun mayor y representa un tipo particular de adaptación. Dado que el área de trituración dentaria está relacionada con la capacidad de procesar alimento, que a su vez mantiene la tasa de metabolismo basal, para mantener dietas comparables a las de los ungulados de tamaño equivalente, la mayoría de los xenartros fósiles debían compensar la menor capacidad de procesar el alimento en la cavidad oral con una importante fermentación bacteriana en el tracto digestivo y/o tenían menores exigencias metabólicas.

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