INVESTIGADORES
HAIDAR Victoria
congresos y reuniones científicas
Título:
La polémica como modo colectivo de producción intelectual: un estudio de la crítica liberal a los desarrollismos (Argentina, 1955-1976)
Autor/es:
HAIDAR VICTORIA
Reunión:
Congreso; IIº Congreso de Historia Intelectual de América Latina Organizan Centro de Historia Intelectual; 2014
Resumen:
El período que transcurrió entre el derrocamiento del Gral. Juan Domingo Perón y el comienzo de la última dictadura militar (1955-1976), estuvieron caracterizados, en la Argentina, por el debate en torno a la cuestión del desarrollo. Articulado desde diversas y heterogéneas posiciones, ese problema fue, al igual que en el resto de Latinoamérica, un objeto de referencia común para múltiples análisis, entre los que se incluyen, en el campo del pensamiento económico, los planteos del estructuralismo económico de la CEPAL; las reflexiones sobre las estrategias de desarrollo para la Argentina, formuladas, entre otros economistas y políticos, por Aldo Ferrer y Rogelio Frigerio y los debates sobre los estilos de desarrollo, que se nutrieron, entre otros, de los aportes de Osvaldo Sunkel y Oscar Varsavsky. En esos años, dominados por la problematización desarrollista, los liberales ocuparon (tanto en los circuitos de la producción especializada como en el ámbito de la opinión pública) una posición minoritaria, marginal y, asimismo adversativa. Álvaro Alsogaray, Alberto Benegas Lynch, Federico Pinedo, Rafael Olarra Giménez, Carlos García Martínez, Armando Ribas y Javier González Fraga, entre otros intelectuales liberales pertenecientes a diferentes generaciones, esbozaron múltiples críticas contra los desarrollismos. Impugnaron su lenguaje (la clasificación de los países en desarrollados y subdesarrollados), su estilo de enunciación (al que tildaban de dramático y catastrofista), sus recomendaciones (las estrategias industrialistas) y sus orientaciones ideológicas (que tachaban de comunistas). A partir del análisis de un conjunto de textos producidos por esos autores, la idea que sostenemos es que (parafraseando a Verón) esa palabra adversativa funcionó, entre 1955 y 1976, como un modo de cohesionar, de unificar las múltiples vertientes que convivían al interior del campo liberal, en el que circulaban y se entrecruzaban discursos liberal-conservadores, liberal-católicos y neoliberales, articulados por intelectuales de distintas generaciones. El argumento que sostenemos es que la polémica con los desarrollistas reactivó algunas de las imágenes míticas que conforman la tradición liberal (la Argentina granero del mundo, la Argentina crisol de razas, la Argentina país de clase media, etc.) y fungió como medio para el proyecto (siempre parcialmente frustrado) de construir una identidad colectiva, un nosotros, aún provisional, contingente y atravesado, permanente, por la interrogación en torno al auténtico liberalismo.