"Música de fusión" y el problema del cambio musical en su dimensión estética

JULIANA GUERRERO

Salto

Simposio; Simposio Música, sonido, danza y movimiento en América Latina y el Caribe; 2018

International Council of Traditional Music

A propósito de los contactos culturales, la etnomusicología se ha preocupado por la idea de cambio musical. Ya desde los inicios de la disciplina, ese concepto ha sido estudiado al buscar una respuesta "evolutiva" en las "músicas primitivas". El desarrollo de explicaciones en torno a él, ha trascendido el ámbito temporal y, sobre todo, se ha enfatizado en los procesos y resultados del contacto musical de culturas distintas. El análisis del cambio musical puede abarcar, entonces, varias dimensiones; entre ellas, se encuentran la dimensión temporal, la espacial, la intercultural y la estética. Esta última dimensión también ha sido problematizada en situaciones intra-culturales. Algunos trabajos sobre músicas populares han abordado las propuestas de mezclas y fusiones. Si bien toda música conlleva un grado de fusión con otra, esto es, no existe una música "pura", a fines de la década de 1960 y principios de la siguiente, en Chile y Argentina, surgieron fenómenos musicales conocidos con el rótulo de "música de fusión". Esa denominación se empleó para identificar músicas que combinaban distintos géneros, principalmente, el folclore y el jazz. Entre los grupos más representativos se encuentran, por ejemplo, los chilenos Aquila, Fusión, Hindemith 76 y Latinomusicaviva, y los argentinos liderados por el Chango Farías Gómez, Manolo Juárez, Jorge Cumbo y el grupo Anacrusa. Estas músicas propusieron cambios estéticos significativos que no fueron, en un comienzo, aceptados masivamente.A partir de estas premisas, en el siguiente trabajo propongo, en primer lugar, indagar cuáles fueron las características de estas nuevas músicas. En segundo lugar, escudriñar los presupuestos bajo los cuales se creó la categoría, y finalmente, analizar cómo influyó el contexto para la conformación de esta música. Con estos objetivos, se pretende, por un lado, defender el carácter relacional (Becker 2009) del concepto de fusión y, por otro, evaluar las categorías de "nuevas" y "viejas" músicas subsumidas en la idea de cambio musical (Blacking 1977 y Nettl 2010).