CONICET | Buscador de Institutos y Recursos Humanos

Los orígenes del jazz se remontan a la ciudad de Nueva Orleáns a fines del siglo XIX; y aunque la historia de esta música puede ser controvertida, es indudable que fue en el sur de los Estados Unidos a partir de esa época cuando se produjo el encuentro más intenso entre músicos negros "americanos" y negros "criollos" que propició el desarrollo del jazz. Éste cuenta ya con más de cien años de historia y, si bien surgió como una música de minoría (Berendt 1976), en la actualidad se la produce, consume y distribuye como música popular, masiva, mediatizada y modernizante (González 2001). De esta manera puede asegurarse que el jazz ha superado las fronteras originarias para ser reconocida en el mundo entero. En el libro Músicas locales en tiempos de globalización (2003), Ana María Ochoa da cuenta de los debates en torno a la transformación de músicas locales teniendo en consideración los cambios producidos de la industria y el mercado discográficos en las últimas décadas a propósito de la globalización. Paralelamente a esta situación se advierte que, se produjo en nuestro país un fenómeno opuesto. Me refiero al Festival Nacional de Jazz Tradicional en Santa Rosa, La Pampa. Con 23 ediciones desde 1985, este evento reúne -en una ciudad del interior de la Argentina- a grupos de músicos dedicados a esta música. La presente comunicación pretende analizar este festival considerando su excepcionalidad para poder introducir en los debates actuales la presencia de músicas globalizadas en tiempos de localización. Se sostiene como hipótesis de trabajo que, frente a los mecanismos producidos en la industria musical con los que se intenta dar a conocer músicas desconocidas más allá de las fronteras en las que se las produce, modificándose en algunas ocasiones su estética musical, el Festival Nacional de Jazz en Santa Rosa, se instaura como una oferta musical que pretende mantener viva esta música alejada geográficamente de su lugar de origen.

enviar mensaje