INVESTIGADORES
SOSA Fernanda Mariel
capítulos de libros
Título:
Memoria Colectiva y Representaciones Sociales de la Historia
Autor/es:
ZUBIETA, E.; SOSA, F .; FERNÁNDEZ, O.
Libro:
La comprensión del conocimiento social y moral: representaciones sociales, desarrollo cognitivo y relaciones con los otros
Editorial:
UNIPE: UNIVERSIDAD PEDAGÓGICA NACIONAL
Referencias:
Año: 2018; p. 215 - 229
Resumen:
Pensar a la memoria y a la historia desde la psicología social implica el ejercicio de situarse en la interacción, en el espacio en donde lo individual y lo colectivo se entrelazan haciendo surgir una tercera dimensión que permite comprender cómo la realidad social se inscribe en las personas, la forma en que la representan y la interiorizan, y como se traslada a otros. Moscovici (1970) denominó a esta perspectiva Psicología Social Tripolar ya que permite comprender los procesos a través de los cuales los objetos adquieren nuevos significados moldeando las visiones de los individuos y creando una realidad psicosocial compartida con los demás (Pérez, 2004). Halbwachs (1952/1992) habla de memoria colectiva refiriéndose a una imagen del pasado que se reconstruye de manera consonante con los pensamientos que predominan en una sociedad. A través de la historia se puede identificar una trayectoria a la que subyace la esencia de la identidad grupal y su relación con otros grupos. Hay en la historia una narrativa que les dice a los miembros de un grupo quiénes son, de dónde vienen y hacia dónde van. En este marco, no se debe confundir a la memoria colectiva con la memoria histórica que refiere a los eventos que sucedieron objetivamente y están documentados. La memoria colectiva tiene que ver con el recuerdo que sobre los eventos elabora un determinado grupo social, se compone de las experiencias personales, de los hechos vividos o los relatos transmitidos. La inserción de los estudios de la memoria colectiva, desde la última década del siglo pasado, en dinámicas funcionales e intergrupales complejas, han hecho que se convierta en un objeto de estudio con características similares a los planteados por la teoría de las Representaciones Sociales (Haas y Jodelet, 2000). En este sentido, la memoria es un elemento clave de aquello que se pone en juego en los conflictos, por lo que la memoria colectiva es considerada como un conjunto de representaciones sociales controvertidas (Moscovici, 1988). En lo que hace a la Historia, de ella se desprenden por lo menos tres representaciones que ofrecen distintas versiones en sus contenidos, más o menos en tensión o conflicto: la historia escolar, la académica y la cotidiana. La primera se vincula a los libros de texto y al currículo educativo, la académica o historiográfica es la cultivada por los historiadores y científicos sociales siguiendo una lógica disciplinaria de un saber instituido en determinadas condiciones sociales e institucionales, la tercera es la historia cotidiana, que se relaciona con la memoria colectiva y está inscripta en la mente de los ciudadanos (Carretero, Rosa y González, 2006; Rosa, 2006). Liu y László (2007) sostienen que las representaciones sociales de la historia estructuran la situación objetiva a través de procesos de interpretación selectiva, de atribuciones sesgadas y evaluaciones restringidas de legitimidad. Retomando a Werscht (2002), indican que la experiencia histórica acumulada resulta en la formación de plantillas narrativas cognitivas1 sobre las que se interpretan y estructuran las nuevas experiencias, recurriendo a patrones históricos. Estas plantillas resumen los dilemas históricos centrales que las personas enfrentan a través de la historia, e imponen una trama que se estructura en una serie de personajes, eventos y circunstancias específicos. En esta trama, los eventos históricos imparten lecciones y las figuras históricas transmiten valores, por lo que es en el consenso respecto de los héroes y villanos de la historia que se simbolizan los valores y logros a los que los grupos aspiran, y también los que se rechazan (Liu y Hilton, 2005). En este capítulo se comentan los hallazgos obtenidos en estudios locales y transculturales orientados a evaluar los eventos y personajes de la historia universal y argentina en personas adultas, la importancia y las valoraciones que le atribuyen, así como las emociones que les suscitan, y los posicionamientos diferenciales que alrededor de ellos se conforman. La información se enmarca en cuatro ejes relevantes aportados por la literatura sobre la problemática: los sesgos transculturales (Páez et al. 2007), la lógica héroes y villanos (Hanke et al. 2015); las representaciones hegemónicas y polémicas (Zubieta y 1 Cognitive Narrative Templates 3 Barreiro, 2014) y las dimensiones de Calamidades Históricas, Progreso Histórico y Resistencia a la opresión histórica (Liu et al., 2012).