INVESTIGADORES
SOSA Fernanda Mariel
artículos
Título:
Bienestar, valores y variables asociadas
Autor/es:
ZUBIETA, E.; FERNÁNDEZ, O.; SOSA, F.
Revista:
Boletín de Psicología
Editorial:
Promolibro
Referencias:
Año: 2012 vol. 106 p. 7 - 27
ISSN:
0212-8179
Resumen:
El estudio del bienestar en su transcurso ha dado lugar a dos tradiciones (Keyes, Shmotkin y Ryff, 2002): la hedónica, relacionada con la felicidad representada por una línea de investigación que se ha ocupado del estudio del bienestar subjetivo, y la tradición «eudaemónica», ligada al desarrollo del potencial humano centrada en el bienestar psicológico. Estas dos dimensiones del bienestar se completan considerando un tercer tipo de bienestar: el bienestar social, el cual tendría el propósito de caracterizar el funcionamiento positivo, no a nivel privado y personal, sino a nivel de la relación del individuo con el dominio público y social (Keyes, 2005).  Para entender las conductas de los individuos, más saludables o patológicas, es necesario considerarlas en tanto el resultado de aspectos culturales -como los valores, creencias y expectativas- y de los procesos psicológicos que aquellos moldean (Zubieta, Delfino & Fernández, 2007). El objetivo general del presente trabajo es indagar en la relación entre el bienestar psicológico, el bienestar social y los valores y  también en posibles diferencias en función de variables de agrupación como el género, la edad, el estado civil, la práctica de una actividad informal o de ocio y la práctica religiosa. El estudio es descriptivo de diferencia de grupos, de diseño no experimental transversal, basado en una muestra no probabilística intencional compuesta por 947 sujetos de varias ciudades de Argentina. Los resultados  dan cuenta de buenos niveles de bienestar en general aunque son más altas las medias en el bienestar psicológico que en el social. Con respecto a los valores, se ratifica un perfil en el que predominan valores orientados a la auto-trascendencia y la apertura al cambio. A su vez, surgen diferencias en los niveles de bienestar y en el perfil de valores en función del género, la edad y el estado civil de los participantes. Por último, los participantes que realizan actividades informales o de ocio y/o realizan prácticas religiosas exhiben mejores niveles de bienestar, mostrando la primera un importante poder de discriminación.