INVESTIGADORES
CRISTOFOLINI Eber Ariel
congresos y reuniones científicas
Título:
Depósitos volcaniclásticos ordovícicos del suroeste del Sistema de Famatina. Formación Chuschín. Provincia de La Rioja. Argentina.
Autor/es:
ARMAS. P.; CRISTOFOLINI E; OTAMENDI J.; A.M. TIBALDI; BARZOLA MATÍAS
Lugar:
Santa Rosa La Pampa
Reunión:
Congreso; VII Congreso Latinoamericano de Sedimentología y XV Reunión Argentina de Sedimentología. Santa Rosa, La Pampa. Argentina.; 2016
Institución organizadora:
RAS-UNIVERSIDAD NACIONAL LA PAMPA
Resumen:
La Formación Chuschín definida por Mannheim (1988) aflora en el sector sur-occidental del Famatina, y su localidad tipo se encuentra en la quebrada del arroyo homónimo, 30 km al este de Villa Unión, provincia de La Rioja. Esta formación ha sido asignada al Arenigiano-Llanvirniano por Mannheim (1988), y fue correlacionada tanto con el Grupo Famatina, como así también con el Grupo Cerro Morado. La Formación Chuschín constituye parte de las secuencias volcano-sedimentarias del Sistema de Famatina asociadas a un arco magmático de edad ordovícica desarrollado en el borde occidental de Gondwana.El relevamiento sedimentológico de detalle llevado a cabo en la localidad tipo y en el valle del Río Cosme ha permitido definir e interpretar distintas facies volcaniclásticas, tanto del tipo volcanogénicas como piroclásticas, las cuales han sido caracterizadas como brecha maciza polimíctica, arenisca tobácea y toba lapilítica maciza eutaxítica. Cabe destacar que las mismas presentan una deformación sobreimpuesta que obliteró posibles estructuras primarias.La facies denominada brecha maciza polimíctica alcanza hasta 100 m de potencia, está constituida por clastos angulosos a subangulosos, con tamaños que varían entre 5 cm a 35 cm y matríz sabulítica a psamítica. Composicionalmente los clastos corresponden a riodacitas, riolitas, e ignimbritas. La fábrica es caótica y ocasionalmente se observaron bloques riodacíticos redondeados cuyos ejes mayores varían entre 70 a 90 cm, y en algunos casos alcanzan los 350 cm. Con respecto a la facies definida como arenisca tobácea, se presenta en bancos tabulares con potencias de hasta 5 m. A partir del análisis microscópico se infiere que composicionalmente muestra la predominancia de fragmentos pumíceos totalmente desvitrificados y, en menor medida, cristaloclastos de cuarzo y feldespatos; y fragmentos líticos de riolitas. La matriz se compone de argilominerales, sericita, moscovita y clorita. En cuanto a la facies toba lapilítica maciza eutaxítica, es la de mayor relevancia en el área ya que se dispone en cuerpos de hasta 300 m de potencia. Presenta textura porfírica, con cristaloclastos de cuarzo y feldespatos; litoclastos indiferenciados; fiammes con formas lenticulares y litofisas irregulares. Las observaciones petrográficas indican una pasta totalmente desvitrificada con textura eutaxítica, fragmentos pumíceos desnaturalizados, esferulitas y fiammes recristalizadas a agregados granulares de cuarzo y feldespatos.Las características que presenta la facies brecha maciza, tales como mala selección, el tamaño y forma de los clastos, y su naturaleza polimíctica sugieren que corresponde a depósitos de avalanchas de detritos, en los que la presencia de bloques de hasta 3,5 m de tamaño indican altos gradientes y proximidad al área de aporte. Por otro lado, en cuanto a la facies arenisca tobácea, la presencia de fragmentos pumíceos en alta proporción revela depósitos primarios de un volcanismo explosivo o el retrabajo de estos en áreas muy próximas al aparato volcánico. Estos últimos se pueden asociar a las facies de brecha maciza correspondiendo a la transformación de flujos de avalancha a flujos de detritos y corrientes de turbidez (Fisher y Schmincke, 1984). La presencia de fiammes presentes en la facies toba lapilítica maciza, así como también la textura eutaxítica permiten interpretar a esta facies como ignimbritas de alta temperatura, en las cuales se observan condiciones de soldamiento y/o reomorfismo.Considerando los estudios paleoambientales definidos en trabajos previos por otros autores para la Formación Suri, la cual es correlacionable con Formación Chuschín, se destaca lo interpretado en el área de Chaschuil por Mángano y Buatois (1997), quienes definen facies asociadas a un ambiente de talud adyacente a un arco volcánico. Las facies volcanogénicas definidas en esta contribución podrían corresponder con tales tipos de depósitos, caracterizando también ambientes de alto gradiente y proximidad al arco volcánico. Además, los grandes volúmenes de ignimbritas presentes entre estos depósitos, evidencian fases de volcanismo explosivo que generaron depósitos de flujos piroclásticos de alta temperatura.