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La Sierra de La Estanzuela conforma un bloque de basamento de aproximadamente 82 km2 ubicado en el Valle del Conlara (provincia de San Luis), en una posición intermedia entre la Sierra de Tilisarao y la Sierra de La Aguada (Fig. 1). El basamento ígneo-metamórfico de la Sierra de La Estanzuela exhibe relaciones de campo y aspectos petrológicos y texturales que permiten dividirlo en dos asociaciones litoestratigráficas: 1) metasedimentaria y 2) plutónica. La asociación metasedimentaria, de mayor representación areal, abarca más del 60 por ciento de la serranía y se encuentra profusamente intruida por la asociación plutónica. Esta última, se escinde en dos unidades, una granítica y una aplopegmatítica. La unidad granítica se localiza en el sector noroeste de la serranía y está representada por un único cuerpo de morfología elongada, cuyo eje mayor presenta una orientación NE-SE (Andrada 2011). Este intrusivo se distingue por presentar una morfología erosiva bochiforme, coloración rosácea, textura inequigranular y composición monzogranítica. Por su parte, la unidad aplopegmatítica se reconoce en toda la serranía como cuerpos tabulares e irregulares, intercalados en la roca metasedimentaria y a menudo plegados junto con estas. Comprende rocas aplíticas y pegmatíticas, distinguiéndose en esta última tanto del tipo simples como complejas, que pertenecen de acuerdo a su mineralogía al subtipo espodumeno, lepidolita y moscovita (Andrada 2011). Las aplitas se reconocen asociadas a las pegmatitas simples intercaladas a modo de encapado. La asociación metasedimentaria está compuesta fundamentalmente por esquistos, con escasa presencia de mármoles anfibólicos y anfibolitas. Los esquistos, que son predominantemente metagrauvacas y metapelitas, presentan una tonalidad grisácea oscura y ocurren a modo de bancos caracterizados por la presencia de una esquistosidad bien definida, con una orientación general norte-sur y buzamientos variables al este, mostrando variedades bandeadas y moteadas. Este grupo litológico está dominado por esquistos biotíticos-moscovíticos y esquistos cuarzosos, los cuales se encuentran intercalados, de manera subordinada, por variedades de esquistos moscovíticos y esquistos biotíticos-moscovíticos con granate o turmalina. La paragénesis mineral definida para el conjunto muestra la coexistencia de Bt-Ms-Qtz-Pl±(Grt-Tur). Basados en las paragénesis minerales estables se reconoce un evento metamórfico dinamotérmico cuyo clímax alcanza la facies de anfibolita con estabilización de granate. Los esquistos biotíticos-moscovíticos con granate, que constituyen los mejores representantes del pico térmico, se reconocen por su foliación continua y textura porfiroblástica. Los porfiroblastos de granate miden hasta 5 mm, desarrollan forma euhédrica y suelen presentar pequeñas inclusiones de cuarzo que definen una esquistosidad temprana. La matriz se caracteriza por presentar capas ricas en feldespato y cuarzo con textura granoblástica que alternan con capas de textura lepidoblásticas dominadas por biotita y moscovita. En cuanto a la química mineral, los granates documentan solución sólida dominada por el componente almandínico, con concentraciones menores de espesartina y mucho más reducidas en grosularia y piropo. Muestran una zonación de crecimiento progrado, que va desde núcleos con una composición de Alm77Sps16Prp4Grs1, a bordes de Alm91Sps2Grs0.1Prp6. La plagioclasa se clasifica como albita ya que posee bajos porcentajes del componente anortítico (2-7%). Las biotitas presentan un XMg (XMg = Mg/Mg+Fe) de 0,22-0,25 y bajos contenidos de TiO2 (1,7-2 % en peso). La moscovita presenta contenidos relativamente altos de Al2O3 (36,2-36,5 % en peso) y bajos valores de Si (3-3,1 a.p.f.u.). Las estimaciones termobarométricas basadas en los termómetros de granate-biotita y granate-moscovita indican para las composiciones de borde del granate que la asociación del pico térmico se estabilizó a 633ºC aproximadamente, mientras que los barómetros granate-biotita-plagioclasa y granate-moscovita-plagioclasa-cuarzo sugieren presiones del orden de 4,6 ± 1 kbar. Estos valores son consistentes con aquellos obtenidos en otros sectores de las Sierras de San Luis que han sido asignados al Complejo Metamórfico Conlara (Morosini et al., 2019; Lopez de Luchi et al., 2021; Ortiz Suárez et al., 2021).

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