Familias y vida familiar a principios del siglo XX

NORBERTO ÁLVAREZ, AGUSTINA CEPEDA, ANDREA TORRICELLA, CECILIA RUSTOYBURU, INÉS PÉREZ, GUIDO VESPUCCI, LILIA VÁZQUEZ LORDA

Mar del Plata de Ayer

De Arte

Lugar: Buenos Aires; Año: 2007; p. 114 - 117

Para nuestro grupo de investigación es una grata oportunidad el poder colaborar con la elaboración de este libro dedicado a la revisión y reconstrucción de la Historia de Mar del Plata. Proponemos esbozar un breve mapa sobre las familias y la vida familiar de nuestra ciudad a comienzos del siglo XX, tomando como registro de análisis una serie de fotografías de la época provenientes de archivos públicos y privados. Las imágenes que han quedado de aquel mundo privado tienen ciertas peculiaridades. Para los primeros tiempos de la ciudad y del invento daguerreano, la práctica fotográfica era una actividad reservada sólo a determinados sectores sociales por su carácter oneroso. Cuando otros sectores recurrían a profesionales para registrar su imagen en una fotografía, las convenciones sociales eran las que primaban para narrar el mundo cotidiano: la elaboración de escenarios acordes en estudios o en sus hogares, los extensos tiempos de pose y las apariencias correctas y deseables. Son muy pocos los casos en los cuales resplandece la espontaneidad que hoy podemos encontrar en los retratos familiares. Sin embargo, estas imágenes permiten recuperar aquellos elementos del imaginario social, las representaciones sobre las formas de ser una familia. La fotografía es una imagen de sí para los otros, una imagen privada para ser expuesta tanto como un objeto de lujo y estatus que como una confirmación de la propia identidad familiar. Y, quizás sí, en este mundo de las representaciones, las imágenes parecieran más homogéneas. Sin embargo, se observan diferencias, en los rostros con la piel curtida por el trabajo, las miradas y las expresiones diferentes, la rigidez de la pose. La diversidad florece y se percibe. Se trata así de la vida familiar, concebida desde la coexistencia y superposición de diversas maneras de organizar la domesticidad. Pensar en un único modelo de familia constituye un singular harto engañoso. Echemos pues un vistazo a algunas situaciones, pero sin perder de plano la mirada abarcadora que haga converger las diferentes realidades.