El testigo maldito. El viaje en François Rabelais y la herencia de Luciano de Samosata.

GANDINI, MARÍA JULIANA

La Plata

Jornada; IV Jornadas de Estudios Clásicos y Medievales "Diálogos culturales"; 2009

Universidad Nacional de la Plata, Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación

En el Mundo Clásico, la centralidad de la experiencia del viajar se evidencia en su aparición en la literatura, al punto que surgen relatos que parodian sus lugares comunes. El escritor griego-sirio Luciano de Samosata (c. 120- c.190) en su Narración Verídica, fue quién llevó a sus últimas consecuencias la crítica a la veracidad de lo relatado en la literatura de viajes.La fama de Luciano alcanzará su punto máximo no en la Antigüedad, sino durante la Modernidad. A partir del siglo XV, se producirá un resurgimiento de la tradición clásica en un Nachleben der Antike, una auténtica vuelta a la vida, en la que griegos y latinos son recuperados en sus propias coordenadas estéticas, axiológicas, sociales y políticas. Esta restitución plena del Mundo Antiguo, como un horizonte distinto y alternativo al cristiano feudal, será obra del primer programa intelectual de la Modernidad, el Humanismo renacentista.  En pleno siglo XVI, el humanista francés François Rabelais (c.1483-1553) será tanto elogiado como escarnecido por ser, a juicio de muchos de sus contemporáneos, el mejor discípulo del réthor de Samosata. En el viaje que Rabelais incluye en su Pantagruel, toma como modelo la erudita parodia de la Narración Verídica, combinándolo con el corpus de relatos viaje generado por la fabulosa expansión ultramarina europea moderna y la comicidad de la tradición popular. Rabelais realiza así una magistral apropiación de la tradición clásica, ejemplo del vigor que el horizonte antiguo resurrecto tuvo en la Modernidad Temprana, rasgo ineludible para su cabal comprensión.