INVESTIGADORES
GANDINI Maria Juliana
congresos y reuniones científicas
Título:
Una utopía de plata en el océano austral: el no lugar de las riquezas del Río de la Plata (1539-1545)
Autor/es:
GANDINI, MARÍA JULIANA
Lugar:
Ciudad Autónoma de Buenos Aires
Reunión:
Workshop; 500 años de Utopía. Mundos antiguos, nuevos y otros en los orígenes de la modernidad clásica; 2016
Institución organizadora:
Facultad de Filosofía y Letras, UBA- Universidad Nacional de San Martín
Resumen:
Las expediciones conducidas por Sebastián Caboto (c. 1484-1557) y Diego García de Moguer (1484-1544) en el estuario del Río de Solís durante la segunda mitad de la década de 1520, constituyeron un rotundo fracaso comercial y político, en el cual un nuevo intento de circunnavegación había fracasado y las armadas habían sufrido cuantiosas pérdidas materiales y humanas.Sin embargo, las informaciones que ambos capitanes habían traído de sus exploraciones en los ríos del Mar Océano Austral tendrían enormes consecuencias para la colonización de la región. Según los testimonios de los hombres de ambas armadas, el Río de la Plata (como comenzaría a ser llamado desde entonces) sería la puerta de entrada a un sin fin de riquezas metalíferas, entre las que sobresalía una fascinante sierra de plata. Estas informaciones transformarían al Río de Solís en un atractivo polo de interés para la corona española y alentarían la llegada a sus costas de unas de las más importantes expediciones de conquista jamás enviada a las Indias, como lo fue la armada conducida por Pedro de Mendoza (c. 1487- 1537).Sin embargo, tal y como le había ocurrido a los hombres de Caboto y de García de Moguer, esa sierra y sus tesoros prometidos se encontraban siempre un poco más lejos del punto que los exhaustos conquistadores lograban alcanzar. Así las "entradas" ordenadas por Domingo de Irala (c. 1509-1556) y Álvar Núñez Cabeza de Vaca (c. 1490-c. 1560), en 1539 y 1543 respectivamente, se internaron en la temible llanura chaqueña, siguiendo las evasivas pistas que las sociedades nativas aportaban sobre el camino hacia la Sierra de la Plata. Este evasivo objeto de conquista, construido en torno a la abundancia de oro y de plata, funcionó como una utopía en dos sentidos: primero, como meta a alcanzar, en donde la ambición de riqueza y dominio de los conquistadores se vería colmada; segundo, y en el sentido literal del neologismo acuñado por Thomas More, como un no-lugar que solo tardíamente sería comprobado como tal. En el entretanto, la utopía argentífera de los conquistadores del Plata serviría como incentivo para la exploración y la conquista del Paraguay y del Chaco, demostrando como estas delicadas entelequias no podían ser ajenas a procesos tan violentamente terrenales.