Pseudokarst y espeleotemas en el granito Chihuido Provincia de Mendoza.

AGUILERA EMILIA ; RABASSA JORGE; CARRETERO SILVINA

Neuquén

Congreso; XVIII Congreso Geologico Argentino; 2011

AGA

Entre los arroyos Loncoche y Tronquimalal, Dpto. Malargüe, sur de la provincia de Mendoza, se encuentra el núcleo del anticlinal de Chihuido (Gerth 1928, Groeber 1947), que representa el basamento  aflorante de Cuenca Neuquina, el cual consiste en tres unidades volcano-sedimentarias separadas por discordancias angulares. La unidad más antigua corresponde al complejo volcanosedimentario El Fortín que culmina con la intrusión de un potente dique de riolita-monzogranito (Llambias et al., 2005). Al complejo lo sobreyace el Grupo Tronquimalal del Triásico Tardío con sedimentitas ricas en componentes volcánicos con intercalaciones de brechas andesítica. La discordancia que separa al Grupo Tronquimalal del Complejo El Fortín es adjudicada a la fase diastrófica huárpica, de extensión regional. Por encima del Grupo Tronquimalal se apoya en discordancia angular un conjunto de conglomerados con intercalaciones de areniscas y pelitas, a los que se ha equiparado con la Formación Remoredo.  En el interior del dique en aquellos lugares en que es más potente las  rocas se  clasifican como monzogranitos. Sus texturas varían desde porfíricas, microgranudas a granudas. El espesor del dique varía desde casi 1 km, al norte del arroyo Tronquimalal, hasta 0,2 km. Hacia los bordes del dique el grano se hace más fino pasando  transicionalmente a riolita. El dique es la característica topográfica y geológica más destacable  de acuerdo a Llambias et al., (2005) y por  numerosas cavidades de meteorización.En este cuerpo de composición granítica se observan geoformas típicas de pseudokarst  representadas por cavidades del tipo tafoni.  El carácter de pseudokarst se manifiesta por erosión selectiva a través de planos de diaclasas y bloques de composición andesítica incorporados en el dique. Estos sistemas de diaclasas constituyen vías de circulación de fluidos donde se  concentra la meteorización y denudación. Cuando los macizos rocosos son expuestos en niveles superiores de la corteza terrestre  el agua subterránea utiliza las discontinuidades previamente formadas para invadirlo en profundidad, dando lugar a una red de fracturas rellenas con regolito. La circulación del agua a través de las fracturas, moviliza el regolito y produce la erosión física, disolución y precipitación (espeleotemas) (Vidal Romaní et al., 2007). En las paredes de  cavidades del dique se han reconocido espeleotemas de Ópalo que son producto de la degradación biológica de la roca. Se estudiaron los espeleotemas siguiendo los criterios de Vidal Romaní y Vilaplana, (1983), Sanjurjo et al.,(2007), mediante microscopia óptica, microscopia electrónica(MEB) (Fig.3)  y Difracción de Rayos X. El estudio de estas formas menores del paisaje granítico (tafoni) y los espeleotemas asociados, la descripción de su morfología y composición son  los objetivos principales de la presente contribución. Los distintos minerales constituyentes del granito, cuarzo, feldespato y mica, muestran  un comportamiento diferencial frente a  la meteorización química, por lo que se produce una alteración selectiva de los granitoides en función de su textura, composición mineralógica así como la presencia de microfisuras, por lo que la disolución actúa también a través de las superficies intracristalinas (Martini, 1984; Urbani,1986; Galán,1988). Estudios recientes sobre rocas consideradas insolubles han puesto de manifiesto que la disolución es solo el aspecto químico de un complejo problema, que incluye la tasa de disolución, la duración de las reacciones químicas, dinámica de la circulación de las aguas y las condiciones morfogenéticas con aspectos  hidrológicos (Galán,1991). En  Queensland, Australia varias cuevas se han desarrollado en granitos, algunas de ellas como South Bald Rock Cave y River Cave  son portadoras de espeleotemas  de ópalo de los tipo coraloide y flowstone (Webb y Finlayson, 1984). En California al norte-noreste de San Diego, en Cahuilla Cave Creek (Finlayson, 1985), esta cueva granítica tiene espeleotemas del tipo coraloide en las paredes  y flowstone en el piso, ambos tipos de espeleotemas son principalmente de calcita (Webb y Finlayson, 1987). En Argentina, Ciocale et al., (2008),  hallaron, en grietas abiertas y paredes de tafonis, espeleotemas silíceas en rocas graníticas del batolito de Achala (Córdoba).