INVESTIGADORES
FLEISNER Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
Idea de una geología material desde un punto de vista cosmopolítico
Autor/es:
FLEISNER, PAULA; BILLI, NOELIA; LUCERO, GUADALUPE
Reunión:
Jornada; Simposio: Nuevos materialismos: ontología, estética y política posthumanista organizado por la Colectiva Materia durante las III Jornadas Nacionales de Filosofía; 2018
Resumen:
En este trabajo buscamos trazar, en primer lugar, el movimiento que nos permite tergiversar el título del escrito kantiano para explicar el devenir geología de la genealogía y de la historia; para, luego, ensayar una explicación de la transformación de la esperada paz perpetua entre los ciudadanos cosmopolitas en la guerra cosmológica sin árbitro unificador en la que nos encontramos actualmente. Si el cosmopolitismo kantiano se sostenía sobre la abstracción de un ser humano universal, sujeto trascendental y moral, ciudadano de un mundo (Weltbürger) -mundo concebido a su vez como un todo unificado que los pueblos sólo debían acordar cómo usufructuar-, entonces, la cosmopolítica que surge de la constatación frankfurtiana de la "triunfal calamidad" en la que se hunde la Ilustración deberá asumir la politicidad y la agencialidad de todo lo existente más allá o más acá del pretendido arbitrio racional humano. No se trata de objetar moralmente el tamaño del círculo de pertenencia a lo que importa, ni la inclusión o no de determinadas entidades dentro de él, sino de comprender que las condiciones de posibilidad mismas del antropocentrismo han caducado: el mundo, tal como lo concibieron desde los estoicos hasta Kant, ya no existe: ni el etnocentrismo europeo ni el mononaturalismo que le corresponde pueden ser ya las premisas de ningún pensamiento. Por eso, y no por razones morales, es que necesitamos pensar los pliegues irónicos que llevaron a la transformación del mundo por parte del hombre, pero no como evolución de su razón (es decir, como la institución de una confederación de repúblicas conformadas por seres humanos idénticamente racionales y morales que garantiza la eliminación de todo conflicto), sino como una transformación en el sentido físico, material, en que la razón va contra sí misma y se transforma en una fuerza geológica del mundo. El cosmos ya no puede pensarse como un mundo común y cerrado, cognoscible, es decir, disponible y bueno; no es un sustrato biofísico común sobre cuyo mejor uso las diferentes culturas pueden perfectiblemente acordar.