El perro, la mosca y el caballo. Aportes beckettianos para una filosofía de la animalidad

FLEISNER, PAULA; GALIAZO, EVELYN

CABA

Jornada; II Jornada de Literatura Inglesa: 110 años del nacimiento de Samuel Beckett? organizado por la Cátedra de Literatura Inglesa de la Carrera de Letras, FFyL (UBA); 2016

Cátedra de Literatura Inglesa, Carrera de Letras, FFyL UBA

La naturaleza parece siempre ausente, nada parecido a un idílico paisajenatural que sirva de marco general, hospedaje y reino para el señorío delhombre. Los espacios en la obra de Beckett suelen ser desiertos sombríos einhóspitos. Y, sin embargo, en esos desiertos apocalípticos y absurdos abundanlos animales: monstruosos o nimios, reales o inventados, pequeños habitantesdel cerebro, moscas insignificantes, gusanos pegajosos, lechuzas parlanchinas,loros puteadores, perros pastores y ovejas acarreadas, forman parte de unextraño bestiario que prolifera con una densidad propia en toda la producciónbeckettiana. Los animales no representan ni simbolizan nada en Beckett, pues noes en su función significativa que el lenguaje es usado. Por el contrario, los animalesson dichos, celebrados, enunciados ─ya nunca más connotados─ en lamaterialidad misma de una palabra que no tiene nada que decir. Por ello, no esen los términos de un romántico retorno a lo natural plagado de nostalgia porun pasado sin artificios que puede leerse el asedio animal en la prosabeckettiana: en el planeta Beckett la oposición antropogenética entrenaturaleza y cultura ha implotado y sus ruinas yacen indistintasunas al lado de las otras en el umbral habitado por seres amorfos, olorosos einnombrables, ni naturales ni artificiales.      ¿Puede todo esto ser comprendido como un discurso antihumanista, quebusca horadar la centralidad del sujeto racional, rebajar la autonomía de lohumano? o ¿Acaso se trata de la apuesta por un discurso animalizante que asumela radical heterogeneidad entre las especies (no sólo entre el hombre y losanimales, sino entre las especies animales todas), donde los animales humanosconstituyen una más de las diversas formas de la animalidad?No intentaremos aquí buscar para los animales un lugar seguro ydefinitivo en la interpretación de la obra de Beckett sino encontrar en ellalos rastros tras los cuales parece haberse internado la filosofía contemporáneaposthumanista.