La experiencia de la subjetividad en el análisis foucaultiano de Edipo

GIANNONI, MARÍA; FLEISNER, PAULA

La Plata

Jornada; IV Jornadas de Investigación del Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad Nacional de la Plata.; 2002

Departamento de Filosofía de la Facultad de Humanidades y Ciencias de la Educación de la Universidad de La Plata

En El antiedipo, Deleuze y Guattari preguntan irónicamente: "¿es el inconsciente el que se representa a Edipo, la castración?¿o es el psicoanalista, el psicoanalista en nosotros, quien representa así al inconsciente?".Quizás podría reformularse la pregunta en términos foucaultianos diciendo: hermenéutica del deseo, si es nuestro inconsciente quien se representa al Edipo; genealogía del sujeto, si la fuente de su  representación es un psicoanalista en nosotros. Sea nuestro inconsciente o el psicoanalista en nosotros, (de hecho) nos representamos a Edipo. Debemos hacerlo invariablemente una vez en la vida. Debemos ser Edipo para ser alguien, para reconocernos y ser reconocidos: esta es la conminación que se impuso a los individuos con la rápida expansión del saber y la práctica psicoanalíticos a lo largo del siglo XX. Edipo es tanto contenido como explicación, es el padre y el hijo, es autoridad metafísica y dependencia política que signa la vida individual entendida como sustancia psíquica, soporte y materia en los que se consolidó la última versión de la  hermenéutica del deseo.Pero, "...¿quién es Edipo? ¿qué es eso?..." , pregunta un genealogista y  no obtiene posibilidad de respuesta más que des-cubriendo, detrás de la estructura fundamental de la existencia humana, una relación de poder que la sociedad, la familia y el poder político establecen sobre los individuos. El complejo de Edipo es una implantación que fijó para nosotros nuestra individualidad, nos ligó a nuestra identidad, nos impuso una ley de verdad que permitió reconocernos a nosotros mismos y ser reconocidos por los otros.La posibilidad de una genealogía de Edipo, en tanto modo de concebir la subjetividad, dependerá de poder abandonar el principio hermenéutico que a través de los siglos determinó el acceso  al individuo como sujeto de deseo, y que continúa presente en el psicoanálisis.Nos proponemos considerar el lugar otorgado al  psicoanálisis en el tomo I de la Historia de la Sexualidad (1976) de Michel Foucault, a partir de la confrontación de una genealogía del sujeto con la hermenéutica del deseo. Para ello tendremos en cuenta las consideraciones del propio Foucault sobre El Antiedipo(1972) de Deleuze y Guattari. Es posible establecer una complementariedad entre una teoría del deseo productivo contraria a la concepción tradicional, encarnada en el psicoanálisis, del deseo como carencia (Antiedipo), y una concepción estratégica no jurídica del poder,  que descubre la implantación del "sexo" en un dispositivo político de sexualidad.A su vez, para completar el análisis, consideraremos los cursos, recientemente publicados, dictados por Foucault a lo largo de los años 1975 y 1976 en el Còllege de France y sus participaciones en los debates de esos años en trono a el papel del psicoanálisis en la escena política contemporánea.