INVESTIGADORES
FLEISNER Paula
congresos y reuniones científicas
Título:
“Hamlet, figura de lo impolítico”
Autor/es:
FLEISNER, PAULA; GIANNONI, MARÍA
Lugar:
Córdoba
Reunión:
Jornada; VI Jornadas de Filosofía Política “Política y soledad”; 2007
Institución organizadora:
Escuela de Filosofía, Facultad de Filosofía y Humanidades de la Universidad Nacional de Córdoba
Resumen:
 En cierta línea de la filosofía política contemporánea el término “impolítico” refiere a una tradición, iniciada con Nietzsche, que se inscribe en la crítica general de las categorías filosófico-políticas modernas. Si la Modernidad pensó la política como afirmación de valores, impolítico es el pensamiento que ejerce una crítica de esa determinación interna de la política y de sus fundamentos. Sin embargo lo impolítico no se confunde con lo anti-político o lo contra-político sino que es la política misma observada desde su condición de construcción finita. Roberto Esposito sostiene que lo impolítico continúa la idea realista de la política como el ámbito de una conflictividad irreparable, inaugurada por Maquiavelo, en contraposición con el paradigma hobbesiano de la política como Orden. Retomando el sentido nietzscheano que Cacciari le da al término, Esposito afirma que lo impolítico es la política pensada desde un punto de vista no teológico y no asentada en ningún fundamento representacionista. Siguiendo el análisis de Eduardo Rinesi, la tragedia es la obra de arte que mejor expresa el conflicto radical en el que consistiría la política y que la filosofía política no siempre puede pensar. En efecto, la riqueza filosófica de Hamlet reside no sólo en que expresa el conflicto trágico sino también en que ese conflicto tiene lugar en un espacio político determinado, el putrefacto reino de Dinamarca. Así, Hamlet ha sido entre otras cosas, el mito que expresa el destino de Europa (Schmitt), el pasaje del estado de naturaleza hobbesiano al orden contractual en la figura de Fortimbrás (Rinesi), o la expresión de la caducidad de las categorías políticas y los ideales éticos tradicionales (Derrida).  En este trabajo proponemos una lectura en clave impolítica, que pueda hacer de Hamlet, no ya una metáfora de la fundación de la política moderna, sino la escenificación de la concepción maquiavélico-nietzscheana, centrada en la radicalidad del conflicto en la política. Para ello, tomaremos algunos elementos de la obra: el uso político del lenguaje, la soledad melancólica del príncipe, el modo real y fingido de la locura, el “interín” como el tiempo propiamente hamletiano, la relación amistad-enemistad que une a Hamlet con Laertes, la superposición de las dimensiones del derecho, la venganza y la justicia, la comunidad con el fantasma, entre otras.