INVESTIGADORES
FLEISNER Paula
capítulos de libros
Título:
Lo que queda del hombre. La teoría agambeniana del testimonio
Autor/es:
FLEISNER, PAULA
Libro:
I Jornadas Nacionales de Filosofía y Epistemología de la Historia
Editorial:
Educo Editorial
Referencias:
Lugar: Neuquén; Año: 2007; p. 1 - 10
Resumen:
En Homo Sacer III, Quel che resta di Auschwitz. L'archivio e il testimonio (1998), Giorgio Agamben lleva a cabo un estudio acerca de las posibilidades de testimoniar lo sucedido en los Lager nazis, que se transforma a lo largo del libro en una teoría del sujeto como testimonio. Agamben parte del señalamiento de la aporía de la conciencia histórica, que enuncia de este modo: no hay una coincidencia entre hechos y verdad, la constatación y la comprensión no van necesariamente juntas. De allí la necesidad de repensar la figura del testimonio y su estructura, que se erige sobre la imposibilidad de testimoniar aquello único que debe ser testimoniado, el musulmán. Figura límite del campo, el musulmán (Muselmann) es un "muerto vivo", el prisionero común sin posibilidades de sobrevivir que deambula por el campo abandonado por sus compañeros y ya sin esperanzas, al que ya no le quedan rastros humanos, umbral entre el hombre y el no-hombre. Éste es el testimonio integral que no puede testimoniar porque ha muerto. El musulmán, cuya humanidad ha sido destruida, es el testimonio integral de la humanidad, pero no porque haya visto algo que los sobrevivientes no hayan visto, sino porque ha conocido la imposibilidad de conocer y ver: testimoniar es contemplar la imposibilidad de ver.Agamben continúa la sugerencia foucaultiana diciendo que las cesuras biopolíticas son móviles y permiten aislar en el continum de la vida cada vez una zona ulterior, hasta llegar más allá de la raza en la línea que va del ario al musulmán, pasando por el judío, el deportado y el internado, hasta un umbral en el que ya no hay qué aislar, pues se ha llegado a la vida desnuda. Así, los campos no son sólo el lugar de exterminio sino el lugar de producción del musulmán: "la última sustancia biopolítica aislable en el continum biológico". El carácter específico de la biopolítica del siglo XX es que no produce vida o muerte, sino supervivencia modulable y virtualmente infinita.Con estas tesis, Agamben participa, excediéndola quizás, de la polémica suscitada entre historiadores y teóricos acerca de la unicidad e indecibilidad de Auschwitz: se trata de un acontecimiento único porque su significado no puede agotarse en la medida en que remite siempre a un silencio último, pero ello no obsta para que se renuncie al lenguaje y se lo confine al terreno de lo "incomprensible". Auschwitz evidencia la estructura biopolítica de Occidente que Agamben extiende más allá de la Modernidad hacia sus comienzos clásicos. Se plantea aquí una tensión, una dialéctica suspendida en el umbral entre la posibilidad del decir y la imposibilidad de decirlo todo, entre el testigo sobreviviente y el musulmán, entre la constatación y la comprensión.  Propongo en este trabajo revisar estas tesis agambenianas a la luz de las principales críticas que han recibido, en particular el libro de Mesnard y Kahan Giorgio Agamben á l' épreuve d' Auschwitz, con el objetivo de devolverlas al contexto filosófico en el que son planteadas y preguntar por la viabilidad de un discurso que se proponga no ya constatar lo sucedido sino también comprenderlo.