Los oscuros rincones de la democracia. Una mirada sobre la difícil relación entre prisión, democracia y Estado de Derecho

GIAVEDONI, JOSÉ G.

Campinas, San Pablo

Jornada; XIV Jornadas de Jovens Pesquisadores da AUGM; 2006

Grupo Montevideo - Universidades Estadual de Campinas

<!-- /* Style Definitions */ p.MsoNormal, li.MsoNormal, div.MsoNormal {mso-style-parent:""; margin:0cm; margin-bottom:.0001pt; mso-pagination:widow-orphan; font-size:12.0pt; font-family:"Times New Roman"; mso-fareast-font-family:"Times New Roman"; mso-ansi-language:PT-BR; mso-fareast-language:PT-BR;} @page Section1 {size:612.0pt 792.0pt; margin:70.85pt 3.0cm 70.85pt 3.0cm; mso-header-margin:36.0pt; mso-footer-margin:36.0pt; mso-paper-source:0;} div.Section1 {page:Section1;} --> Abordar la problemática de la cárcel desde la ciencia política, equivale a restituirle en un primer gesto su carácter de problema, e inmediatamente su carácter eminentemente político. La cárcel lejos de ser un problema técnico-administrativo, es un problema político. En consonancia con ello, lejos se está de pensarla como un problema que debe ser emprendido a través del telos de la “mejorabilidad”, a manera de un mal funcionamiento que debe ser corregido, sino por el contrario, pensarla a través de la lógica de la “funcionalidad”, es decir, pese a su aparente fracaso, intentar develar las funciones que viene a cumplir para que, a pesar de esos fracasos, continúe siendo la pena por excelencia. Cárcel y política se encuentran íntimamente ligados, porque la opción por la cárcel no es inocente y políticamente neutral, sino una opción absolutamente política acerca de la manera en que el Estado emprende la intervención sobre los conflictos sociales. Pensar la cárcel como instrumento técnico para el abordaje del delito, es suponerla como aquello que no se discute como pena, es decir, solo puede mejorarse pero no suplantarse.