INVESTIGADORES
ITHURALDE Raul Esteban
congresos y reuniones científicas
Título:
Los Bachilleratos Populares del Movimiento Popular La Dignidad: espacios de construcción de poder territorial
Autor/es:
ALEJANDRO CZERNIKIER; RAÚL ESTEBAN ITHURALDE; EDUARDO MASSACANE; MACARENA PANAL
Lugar:
Cienfuegos
Reunión:
Jornada; IX Encuentro Presencias de Paulo Freire; 2016
Institución organizadora:
Universidad de Cienfuegos; Asociación de Pedagogos Cubana
Resumen:
Este trabajo presenta, analiza y reflexiona sobre la experiencia de los Bachilleratos Populares (BP) que pertenecen al Movimiento Popular La Dignidad, en la ciudad de Buenos Aires. Los Bachilleratos Populares son espacios de educación de jóvenes y adultos autogestionados, sea por organizaciones y/o movimientos sociales y políticos o por colectivos constituidos para tal fin. El Movimiento Popular La Dignidad surge de la experiencia del Movimiento Teresa Rodríguez (MTR), y luego MTR La Dignidad, un movimiento inicialmente de carácter piquetero1 que con el correr del tiempo va tomando más áreas de acción en sus propias manos en el proceso de construcción de poder popular. La experiencia que aquí tomamos abarca a cuatro bachilleratos ubicados en diversos lugares de la ciudad, el Bachillerato Popular La Dignidad, el BP Villa Crespo, el BP Barracas al Sur y el BP La Pulpería. Todas las experiencias tienen entre 6 y 9 años de trayectoria y, con excepción de La Pulpería, son fundadas e impulsadas desde sus inicios por el Movimiento Popular La Dignidad.El surgimiento de los BP tiene que ver con una demanda histórica de sectores subalternos que por tener que trabajar, ser madres o no adaptarse al los formatos educativos formales, resultan expulsados del sistema educativo oficial. El primer bachillerato popular del Movimiento, el BP La Dignidad, se constituye a partir de debates en el cabildo2 de Villa Soldati respecto a la necesidad de espacios educativos que puedan contener a sus miembros, hijxs3, familiares, vecinxs. El Movimiento toma esta demanda para convertirla en espacios de construcción de poder popular, trincheras de disputa hacia el Estado y el capital, modificando las relaciones de fuerza existentes. Se convierte así la exclusión en un camino de lucha. Y este objetivo, de educación para la acción en pos de la transformación social, conlleva múltiples interrogantes a resolver como bien indica Gabriela Minevitz, integrante del Movimiento: ?La práctica prefigurativa de este proyecto político pedagógico consiste entonces en empezar a ensayar, como pueblo organizado, las posibles respuestas a las preguntas que están detrás de toda praxis educativa: ¿Quiénes enseñan? ¿Cómo se enseña? ¿Cómo se aprende? ¿Qué vínculos queremos construir o fomentar? ¿Qué conocimientos necesitamos como pueblos? ¿Para qué construir escuelas? ¿Cómo tomar decisiones? ¿Cómo organizarnos? ¿Qué vínculo tiene el conocimiento con el poder? ¿Qué relación construir entre la escuela y el territorio?? 4¿Quiénes enseñan? ¿Cómo se enseña?Si partimos de la corriente latinoamericana de Educación Popular, hay compañerxs que ejercen regularmente un rol diferencial de coordinación en estos espacios pensados con el fin de la educación. Este rol puede ser cubierto por lxs mismxs vecinxs del barrio, egresadxs del espacio o por personas externas que buscan realizar una práctica educativa transformadora. Este rol consiste en una investigación de cuál es el ?universo temático? del conjunto de estudiantes y del barrio, y las temáticas que puedan llevar a desarrollar aquellas ?situaciones límite? en la perspectiva freiriana, en pensar en conjunto con el colectivo de coordinadores y en diálogo con lxs estudiantes cómo introducir los conceptos a trabajar en el desarrollo de estos temas generadores y una función de coordinación en el espacio-aula (de coordinar el diálogo, plantear síntesis y contradicciones, aportar material e información, etc.). Valoramos mucho el hecho de trabajar en parejas pedagógicas, tanto para evitar la soledad en el aula como en la planificación, análisis y evaluación de estos momentos, y además para tener un mejor registro y más diverso. Este último punto es esencial: el registro es ?momento importante de la práctica ya que eso nos brinda un material a partir del cual podemos repensarnos y transmitir nuestro hacer. La mirada del compañero que puede utilizar esa función de registro devuelve, desde abajo y desde adentro, la posibilidad de ir autoevaluándonos a cada paso, no en función de normas externas, homogeneizantes, sino al ritmo de nuestro propio paso en el camino de la invención de una práctica en el marco de la educación popular.?5 En definitiva, un rol que requiere gran planificación y esfuerzo previo y posterior al momento en el aula. Entre lxs estudiantes y coordinadores existen también compañerxs orgánicos al Movimiento Popular La Dignidad, que generan un diálogo entre estos espacios y la organización social y política, para que las acciones de ambos sean coordinadas y más potentes.¿Cómo se aprende?El conocimiento se construye de forma dialógica en la praxis. Praxis que excede por mucho al espacio-aula, y que incluye también las actividades de autogestión, acciones de movilización y lucha, momentos con otrxs espacios educativos, salidas al barrio, etc. Las estrategias que desarrollarán lxs coordinadores variarán con cada grupo e incluso subgrupos, en atención a las distintas formas de organizar el conocimiento y aprender que cada unx de lxs estudiantes y coordinadores ha construido a lo largo de su experiencia vital. ¿Qué vínculos queremos fomentar?Los Bachilleratos del Movimiento Popular La Dignidad no nos consideramos espacios educativos aislados sino parte de un entramado social que debemos construir para lograr cambiar radicalmente nuestras condiciones de vida. En nuestra forma de construcción fomentamos ampliamente la solidaridad, el compañerismo, la responsabilidad, el aprendizaje colectivo, la contención, la integración y la capacidad crítica ya que no queremos reproducir las formas de dominación y opresión que sufrimos a diario en esta sociedad capitalista, donde prima el egoísmo, la malsana competitividad, la discriminación, el "no te metas ni te involucres", el machismo, etc. Queremos llevar adelante una lucha por un nuevo mundo, modificando de raíz los cimientos de esta sociedad como la conocemos.¿Qué conocimientos necesitamos como pueblos? ¿Qué vínculo tiene el conocimiento con el poder?Necesitamos conocimientos socialmente productivos que nos ayuden a transformar la realidad y no que sean una mera colección de datos ya conocidos por la humanidad. Políticamente emancipadores, en tanto la educación debe ser liberadora de los grupos subalternos de la sociedad, debe ir en dirección de acabar con la opresión. Necesitan finalmente estar situados en el hábitat de los grupos, ser definidos desde ese estar, ser cultualmente inclusivos.6 Debemos, cada grupo y cada individuo a su manera, construir esa alegría de estar organizados, que nos libera en tanto destruye en la acción colectiva muchos de nuestros miedos que nos paralizan. Alegría y liberación que sostenemos es un conocer: a nosotrxs mismos, a nuestrxs compañerxs y al mundo, porque transforma nuestra visión de la realidad. Deben promover no sólo una mirada crecientemente reflexiva y crítica, sino ser también conocimientos para la acción, para la transformación social de esa realidad. Nada se transformará si nos quedamos exclusivamente en el mundo discursivo. Conocimientos que fortalecen dinámicas y procesos de construcción de poder popular, de ir ganando en autonomía respecto al Estado y el capital, de construir contra-hegemonía.¿Para qué construir escuelas? ¿Qué relación construir entre la escuela y el territorio? No es para resolver la exclusión con movilidad social, sino para generar organización y procesos contra-hegemónicos de poder popular. Escuelas como procesos de formación (para compañerxs del barrio y para el Movimiento mismo que aprende en este andar), pero también como forma de inserción territorial y generación de vínculos con padres/madres, familiares, vecinxs, amigxs que luego quizá trabajen con la organización en otros ámbitos de su vida.¿Cómo tomar decisiones? ¿Cómo organizarnos?El debate sobre cómo se toman decisiones en los espacios educativos, en torno a la democracia, es muy antiguo, y nos remite incluso a la gestión democrática propuesta por la Escuela del Trabajo soviética. Desde un movimiento que tiene como objetivo la democracia directa, la asamblea es el espacio fundamental discusión, debate y toma de decisiones. En ellas participan tanto estudiantes como coordinadores y toda decisión respecto al funcionamiento del BP (materias, contenidos, autogestón, movilizaciones) pasa por esta instancia.A modo de conclusión.Los Bachilleratos Populares, lejos de constituir experiencias idílicas, están atravesados por múltiples contradicciones que, lejos de atemorizarnos, nos impulsan a reflexionar y ensayar nuevas formas de resolverlas colectivamente, en un proceso siempre abierto, dinámico y creativo. Y a pesar de las dificultades, nos atrevemos a ensayar otra educación. Porque queremos mostrar que no sólo es posible, sino también que es necesaria y urgente. Porque no podemos esperar a que las condiciones estén dadas. Por eso nos juntamos, nos organizamos, y con descaro, inventamos día a día formas nuevas, conocimientos distintos, palabras que (de una vez por todas) nombren al mundo, lo signifiquen y lo transformen.