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El transporte es uno de los principales problemas urbano-ambientales en razón del consumo de energía y la emisión de gases contaminantes a la atmósfera. Esta situación que se produce tanto en ciudades como en corredores interurbanos requiere diferentes medidas de mitigación, que es necesario estudiar en cada caso particular, a los efectos de planificarlas adecuadamente. En el caso del Gran La Plata -Provincia de Buenos Aires-, se perdieron las ideas de funcionalidad y sustentabilidad del proyecto original en un proceso no planificado de crecimiento, expansión y densificación. Esta situación se traduce en parte, en la problemática ambiental que se observa a partir de la cuantificación de las emisiones generadas por el sector transporte en el área urbana y en sus corredores interurbanos de acceso. Los valores registrados de emisiones de CO2 para el año 2003 ascienden a 264.951 Tn/año, lo que equivale a un incremento del 41% respecto de los valores registrados diez años antes. Las emisiones correspondientes al año 2003 para el Gran La Plata, con un total de 735.692 habitantes, son similares a las registradas para el Gran Rosario, con una población de 1.171.995 habitantes. Estas cifras ponen de manifiesto un alto índice relativo de emisiones por habitante en el caso del Gran La Plata, pese a ser una ciudad planificada desde su origen. Las diferencias relativas del indicador de emisiones de CO2 por habitante en las principales ciudades argentinas posicionan al Gran La Plata en el segundo lugar después del AMBA, lo cual no se corresponde con el número de habitantes, sino que da cuenta del comportamiento ambiental de los diferentes sistemas de transporte de cada lugar. A partir de la comparación de estos indicadores, es posible inferir la existencia de potencial de mitigación de gases de efecto invernadero -GEI- para el caso especifico del Gran La Plata. En este contexto el Objetivo central de este trabajo consiste en el análisis de un conjunto de medidas de Mitigación de Gases de Efecto Invernadero del sector transporte, diferenciando el área urbana de los corredores interurbanos. La metodología utilizada es la prospectiva y simulación de alternativas mediante hipótesis diferenciadas para cada caso: En ciudades se tomaron las hipótesis de cambio de combustibles, transferencia modal de privado a público y cambio tecnológico mediante incorporación de tranvía eléctrico. En corredores se tomaron las hipótesis de transferencia modal para transporte de carga, de carretero a ferrocarril, y control de velocidad. Para ambos casos se aplicó además la hipótesis de buenas prácticas de manejo que incluye el mejoramiento en el mantenimiento de los vehículos. Los resultados para el caso local terminan evidenciando una eficiencia energética y de emisiones contaminantes mayor en ciudades que en corredores. Por otro lado una de las medidas ambientalmente más eficiente para ambos casos resultó ser la de buenas prácticas de manejo que, sin embargo, resulta más significativa en áreas urbanas, donde naturalmente se producen mayores disfunciones en lo que a calidad de manejo se refiere.

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