INVESTIGADORES
ASURMENDI Estefania
artículos
Título:
Subgrupo Río Colorado (Grupo Neuquén): registros de paleosismidad en la cuenca de antepaís andina, Cuenca Neuquina, Provincias de Neuquén y Río Negro, Argentina.
Autor/es:
SANCHEZ, MARIA LIDIA ; ASURMENDI ESTEFANÍA; ARMAS PAULA
Revista:
Revista de la Asociación Geológica Argentina
Editorial:
Portal de Publicaciones Científicas y Técnicas (PPCT)
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2013 vol. 70 p. 96 - 114
ISSN:
1851-8249
Resumen:
La cuenca Neuquina se localiza en el sector centro-oeste de Argentina, constituyendo el depocentro mesozoico-neogeno más importante y una de las cuencas del hemisferio sur con excelente registro marino y continental. La evolución de la cuenca Neuquina se encuentra caracterizada por tres estadios de evolución: una etapa inicial de rift; subducción relacionada a un sag termal y un estadio de cuenca de antepaís. El Subgrupo Río Colorado es depositado en la cuenca durante el desarrollo de la etapa de antepaís. La tectónica sindepositacional del subgrupo es registrada por tres niveles deformados, dos en la Formación Bajo de Carpa y uno en la Formación Anacleto. Los mismos están integrados por estructuras de deformación y licuefacción interpretadas como sismitas. La deformación está representada por estructuras de carga simple, bolas y cogines, flamígeras, pseudonódulos, laminación convoluta, pinch and swell, slumps, areniscas desorganizadas, areniscas replegadas, diapiros de fango, fracturas, dish and pillar y brechas autoclásticas. Estas deformaciones en la Formación Bajo de la carpa involucra depósitos de cinturones de canal y de planicie de inundación; mientras que en la Formación Anacleto afecta a los depósitos de canales de mareas de alta y baja sinuosidad; planicies intermareal fango-arenosa y planicie fangosa supramareal, asociados a un sistema estuárico medio. Los niveles de sísmitas reconocidos podrían estar asociados al lineamiento Lindero Atravesado y Sierra Barrosa y ser una respuesta dinámica a la actividad de dichas es-tructuras. La naturaleza de las estructuras y su distribución sugiere que la magnitud de los sismos podría ser mayor a 6 en escala de Ritcher en el Mesozoico.