PERSONAL DE APOYO
GONZALEZ Viviana Graciela
capítulos de libros
Título:
La ineficiencia sistémica en el desarrollo territorial de la cuenca lechera caprina del área de riego del Río Dulce - Santiago del Estero
Autor/es:
RAÚL GUSTAVO PAZ,; RAMIRO RODRIGUEZ SPERAT; GONZALEZ VIVIANA G.
Libro:
Desarrollo rural . Organizaciones, instituciones y territorios
Editorial:
CICCUS
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2006; p. 269 - 292
Resumen:
La emergencia de un paradigma global, definido por Arocena (1999 y 2001) como una nueva forma de la modernidad con una tendencia a la uniformidad(1) de los procesos productivos, tiene a la dinámica de la innovación y al cambio tecnológico como uno de los principales componentes, base de profundos cambios en lo económico, social, institucional y cultural (Coriat, 1994; Alburquerque, 1999). Debido a los cambios en la configuración del espacio, generados a partir del proceso de globalización y especialmente en aquellas zonas rurales donde ha impactado de forma negativa acentuando la pobreza, la exclusión y la marginalidad el enfoque del desarrollo territorial rural ha cobrado una vigencia inusitada. El intento de una configuración espacial alternativa, capaz de generar una acumulación local con singularidades específicas en un escenario globalizante, presenta su sustento a partir de la capacidad propia o endógena que tiene una localidad por generar mecanismos de creación de riqueza sobre la base de sus recursos específicos (Arocena, 1999; Madoery, 2000, Alburquerque, 2001). Así el Desarrollo Territorial Rural (DTR) queda definido como un proceso de transformación productiva e institucional en un espacio rural determinado, cuyo fin es reducir la pobreza rural. Esta transformación productiva supone una articulación competitiva y sustentable de la economía del territorio con mercados con cierto dinamismo donde resulta necesario introducir innovaciones de distinto índole (producto, procesos y gestión). Paralelamente, la transformación institucional se orienta a crear la arquitectura institucional que garantice que todos los beneficios de la transformación productiva sean incorporados por todos los sectores (Schejtman y Berdegué, 2003; RIMISP, 2004). Al acercar la mirada a realidades concretas donde los actores están interactuando permanentemente, se plantean algunas consideraciones que generan algunos interrogantes: ¿en qué momento se reconoce el inicio del proceso de transformación, sea productiva e institucional en el marco del desarrollo territorial rural?; ¿cuál es la línea argumental que separa una acción individual y aislada, generada por uno o varios actores sociales (sea alguna institución gubernamental, empresa privada o productor agropecuario) tendientes a incorporar una innovación para mejorar la competitividad de un sector, con respecto al propio proceso de desarrollo territorial?. El otro aspecto que concentrará la atención del artículo es la competitividad o visto desde la otra cara, la ineficiencia. Entre uno de los elementos que se requiere, para que el proceso de desarrollo territorial rural sea exitoso se encuentra la competitividad, entendida ésta como un fenómeno sistémico, puesto que su desarrollo depende de las características del entorno donde intervienen los sistemas educativos, de investigación y desarrollo tecnológico, de información, de financiamiento, junto a una gama de proveedores tanto de servicios como de insumos (Yoguel, 2000; Casas y Luna, 2001; Schejtman y Berdegué, 2003; RIMISP, 2004). En relación a ésta perspectiva Pérez (1996) sostiene que como tendencia general en el nuevo entorno se observa cada vez más una propensión a la competencia sistémica y estructural. Así para que un territorio alcance una competitividad holística, debe superar un sin número de ineficiencias que cobran distintita envergadura, importancia y magnitud, según el tipo de actores y de la cadena agroalimentaria que esté presente en el territorio. La eliminación de la ineficiencia sistémica se logra a partir del mismo proceso productivo, donde en una relación dialéctica se van identificando y corrigiendo las mismas. Para ser competitivo entonces hay que producir; sin embargo aquí se plantea una primera cuestión difícil de resolver ¿cómo se logra ser competitivo en un mercado donde la falta de competitividad se la castiga rápidamente, teniendo que retirarse la empresa del mercado precisamente por no cumplir con esta condición? La mejor forma de resolver estos interrogantes es sobre la base de un estudio de caso donde la exaltación de lo concreto constituye el principal motor de la reflexión. Precisamente, la cuenca lechera caprina del área de riego del Río Dulce de la provincia de Santiago del Estero, resulta un caso interesante de análisis puesto que desde su conformación dos décadas atrás, el espacio y la propia trama productiva (lechería caprina y su industrialización en quesos) estuvieron sometidas al influjo de numerosos y heterogéneos factores que pusieron a dicha actividad en una constante tensión. Factores que conspiraron para su desaparición y pusieron en situación de crisis a la actividad, así como otros que favorecieron al desarrollo y su consecuente establecimiento como actividad productiva articulada al mercado. Al analizar un estudio de caso concreto, en un marco espacial geográficamente definido (el área de riego del río Dulce, comprendido por los departamentos Capital, Banda y Robles), con una cadena productiva o agroindustrial concreta y donde los principales actores productivos directos (tamberos y pequeñas industrias lácteas) e institucionales (organismos gubernamentales, no gubernamentales y agentes vinculados con los servicios y el mercado) están identificados, es posible llegar a comprender en qué momento y cómo se inicia un proceso de desarrollo territorial, así como también la identificación de aquellos factores que jugaron a favor o en contra del establecimiento y consolidación de dicho proceso, todo ello poniendo énfasis desde las ineficiencias del sector.