INVESTIGADORES
MARO Guadalupe
congresos y reuniones científicas
Título:
Vulcanismo máfico terciario de la Puna jujeña, los Cerros Negros de Jama.
Autor/es:
MARO, GUADALUPE; CAFFE, PABLO J.
Lugar:
San Miguel de Tucumán
Reunión:
Simposio; Primer Simposio sobre Petrología de Rocas Ígneas y Metalogénesis Asociada; 2011
Resumen:
El registro de la actividad volcánica terciaria de la Puna Septentrional se caracteriza por el predominio de vulcanitas ácidas asociadas a erupciones caldéricas de gran volumen. Sin embargo, existe una serie de centros eruptivos de carácter monogenético que han dado lugar a la extrusión de magmas máficos. Entre éstos se encuentran los Cerros Negros de Jama (23°29’S – 66°56’O), que consisten en tres conos de escoria y coladas de lavas sin centro eruptivo reconocido, que en conjunto se presentan alineados en dirección submeridional. En los conos de escoria predominan litofacies de lapillitas brechosas, constituidas por bombas y material escoriáceo no soldado con estratificación grosera y mala selección. Las erupciones explosivas que los originaron habrían sido de tipo estromboliano, con ciertas fluctuaciones en la velocidad de ascenso de los magmas, y en la explosividad y/o tasa de acumulación de los piroclastos. Los edificios volcánicos aparecen intruidos por diques y algunos poseen coladas de lava asociadas que presentan en su superficie depósitos de escoria interpretados como rafts derivados del colapso sineruptivo del edificio. Petrográficamente, estas rocas se caracterizan por presentar texturas afíricas a microporfíricas con escasos (< 10 %) microfenocristales de olivina y/u ortopiroxeno. Los microfenocristales son esqueletales, lo cual, junto a la ausencia de plagioclasa en el ensamble modal dominante, sugiere que las etapas de almacenamiento en cámaras magmáticas supracorticales fueron cortas o inexistentes. Por otra parte, la ausencia de fenocristales de plagioclasa y anfíbol indica que la temperatura de los magmas fue superior a los 950-1000 °C, mientras que la cristalización predominante de olivino frente a ortopiroxeno indicaría que la mayoría de los magmas nuclearon dicha fase a bajas presiones en condiciones próximas a la saturación en agua (e.g., Barclay y Carmichael, 2004). La usual aparición de xenocristales de cuarzo magmático en diferente estado de reacción y disolución sugiere asimilación o mezcla de rocas y/o magmas ácidos en condiciones termobáricas dispares. El ascenso rápido y turbulento así como la alta temperatura de estos magmas fue probablemente clave en el proceso de contaminación de los mismos en curso a la superficie (e.g., Mattioli et al, 2006). Las rocas máficas de esta región tienen composición andesítica basáltica, andesítica, con transición al campo traquiandesítico y pertenecen a la serie calcoalcalina con alto K. Poseen un carácter distintivo de ambientes de subducción, con empobrecimiento en Nb, Ta y P y relación La/Ta > 30 (hasta ~55) y Ba/Nb > 25, valores típicos de rocas calcoalcalinas de retroarco que se aproximan a los propios del arco. En diagramas de variación de elementos mayores y trazas se reconoce la presencia de dos grupos de rocas con diferentes patrones de evolución. También se observan concentraciones muy variables de algunos componentes (CaO, TiO2, K2O, Na2O, P2O5, Ba, Sr, Zr, U, Rb, Ni, Cr) para grados evolutivos intermedios (representados por rocas con MgO ~5 %). Esto último indicaría niveles de incompatibilidad diferentes de esos elementos durante la evolución, probablemente por diferenciación (fraccionamiento y/o asimilación) de los magmas a distintas profundidades desde uno o dos precursores más primitivos.