INVESTIGADORES
DEMARTIS Manuel
congresos y reuniones científicas
Título:
Vetas mesotermales de Pb-Ag-Au hospedadas en milonitas de la faja de cizalla Guacha Corral, sector central de la Sierra de Comechingones, Córdoba.
Autor/es:
MAFFINI, MARÍA NATALIA; CONIGLIO, JORGE; DEMARTIS, MANUEL; PETRELLI, HUGO; D'ERAMO, FERNANDO; PINOTTI, LUCIO
Lugar:
Neuquén
Reunión:
Congreso; XVIII Congreso Geológico Argentino; 2011
Institución organizadora:
Asociación Geológica Argentina
Resumen:
En las Sierras de Córdoba, la orogenia Famatiniana tiene su expresión en numerosas fajas de cizalla desarrolladas bajo un metamorfismo dinámico que retrabajó las fábricas originadas durante la orogenia Pampeana. Entre ellas, la faja de cizalla Guacha Corral (FCGC), en la Sierra de Comechingones, es sin dudas la más extensa (aproximadamente 120 km) y su deformación tuvo lugar desde el grado metamórfico medio-alto hasta grado metamórfico bajo. Si bien sus aspectos petrológicos y estructurales han sido ampliamente estudiados (Martino et al., 1995; Fagiano et al., 2002 y 2004; Whitmeyer y Simpson, 2003; Fagiano, 2007 y referencias allí), es escaso el conocimiento que se posee en cuanto a su potencial metalogenético, cuya evolución geológica compleja la convierte en un ámbito propicio para la ocurrencia de diferentes estilos de mineralizaciones. En este trabajo se presentan los resultados de un estudio geológico-metalogenético de vetas portadoras de Pb-Ag-Au hospedadas en milonitas de la FCGC, que afloran a aproximadamente 2 km al este del Batolito Cerro Áspero (BCA), en el sector central de la Sierra de Comechingones. Las mineralizaciones poseen un control estructural bien definido. Se trata de cuerpos tabulares orientados NO-SE, con corridas mayores a 1 km, y potencias desde 0,2 a 1 metro. Las vetas de mayor espesor se asocian con otras de menor potencia, definiendo sistemas de vetillas que se anastomosan dentro de las principales o pueden presentarse separadas por algunos centímetros o unos pocos metros. Poseen en general buzamientos variables entre 50º y 85º y yacen en clara relación de discordancia con la foliación de rumbo submeridional de la roca milonítica hospedante. Se determinaron 6 sistemas estructurales en función de sus actitudes espaciales. El sistema principal (1) que controla las vetas mayores y un número importante de vetillas menores, posee un rumbo de N 140° con buzamiento al SO. Subordinadamente al anterior se identificaron varios sistemas secundarios de vetillas, entre los que se destacan por orden de frecuencia los siguientes rumbos y direcciones de buzamiento: (2) N 135°/NE; (3) N90º/subvertical; (4) N 110°/SO; (5) N 20°/SE; (6) N 0º/E. Las vetillas de este último juego son las únicas que se encuentran de manera subconcordante con la foliación milonítica encajante. El cuarzo es el principal mineral primario que compone las vetas. El análisis macroscópico de diferentes texturas, estructuras y relaciones de corte en las vetas permitió la identificación de al menos tres tipos que claramente se corresponden con distintos pulsos o eventos de generación (Maffini, 2010). El cuarzo I es de color blanco lechoso, posee una textura maciza a groseramente bandeada y es común la presencia de crack seals. El cuarzo II es blanco, de aspecto más hialino que el anterior, y de textura crustiforme. Y el cuarzo III varía de color gris a rojizo y la textura es crustiforme. Las relaciones de corte observadas entre las diferentes tipologías de cuarzo evidencian un sistema de vetas complejas que han sufrido múltiples reaperturas y rellenos dentro de una misma estructura. Las vetas de cuarzo son portadoras de galena, como sulfuro dominante, pirita, calcopirita y eventualmente bornita. Especularita y hematita son los óxidos primarios más abundantes, y en sectores restringidos de algunas vetas se ha observado rutilo. Los principales productos de alteración supergénica son limonita, malaquita, cerusita y anglesita. La alteración hidrotermal de las rocas miloníticas hospedantes es común y por sectores muy desarrollada. La principal alteración observada consiste en una sericitización penetrativa que se desarrolla hasta 5 m de distancia a cada lado de las vetas mayores. También existe hematización de moderada a fuerte intensidad que se manifiesta principalmente a partir de venillas de espesores milimétricos a centimétricos en las rocas de caja. El estudio petrográfico permitió establecer que la asociación sericita-hematita-cuarzo resulta diagnóstica del evento hidrotermal mineralizante. Localmente se observó una carbonatización penetrativa a pocos centímetros de las vetas, conformada esencialmente por siderita, la cual ocurrió de manera tardía respecto de la asociación sericita-hematita. Se realizaron análisis químicos por metales preciosos (Au y Ag) en 12 muestras de milonitas encajantes con y sin alteración, y de las vetas mineralizadas. Los mayores tenores de Au se encuentran en las zonas de oxidación de los depósitos (gossans), con valores entre 1,63 y 3,57 g/t, mientras que las mayores concentraciones de Ag se manifestaron tanto en gossans como en rocas de caja proximales a las vetas, con tenores máximos de 149 – 216 g/t. La yacencia de las vetas mineralizadas hospedadas en una zona de cizalla dúctil-frágil, las texturas del cuarzo, la mineralogía primaria y las alteraciones hidrotermales, permiten clasificar a estos depósitos como vetas mesotermales portadoras de Pb, Ag y Au asociadas con fajas de cizalla (Bonnemaison y Marcoux, 1990; Zappettini, 1999). A su vez estas vetas comparten muchos de los atributos diagnósticos de los depósitos mesotermales de oro del distrito Candelaria, Córdoba (Miró, 1999), y de otros sectores de las Sierras Pampeanas Orientales (Skirrow et al., 2000, Mutti et al., 2009). Los datos obtenidos en este trabajo no resultan suficientes como para establecer relaciones genéticas entre las vetas mesotermales del área de estudio y el magmatismo devónico que dio origen al BCA. A su vez, esta tipología de depósitos no ha sido descripta anteriormente en los trabajos que abordan las mineralizaciones sin-batolíticas del BCA (Coniglio, 2006). El presente trabajo constituye, por lo tanto, un aporte inédito a la metalogénesis de la Sierra de Comechingones ya que, exceptuando la contribución de Estrella (1984) sobre el yacimiento Natacha, no existen otros antecedentes de este estilo de mineralizaciones. Actualmente se están llevando a cabo estudios que permitirán determinar la cinemática de las estructuras mineralizadas, como así también la mineralogía primaria y secundaria portadora de metales preciosos y las características físico–químicas  de los fluidos hidrotermales formadores de las menas.