Verdad, democracia y poder constituyente en tiempos de crisis

AMAT, DOLORES

Democracias constituyentes. Teorías (y) políticas de lo común

Editores del Sur

Lugar: Buenos Aires; Año: 2020; p. 39 - 62

Nuestro trabajo se propone, para abordar el problema de las relaciones entre verdad, política y poder constituyente en las democracias contemporáneas, analizar la noción de posverdad. Según la describe el politólogo argentino José Nun, que toma de manera casi literal la definición a la que se hace referencia con más frecuencia en el mundo , la noción de posverdad marca el fin de una era y “(d)enota aquellas circunstancias en las que los hechos objetivos influyen menos en la formación de la opinión pública que las apelaciones a la emoción y a las creencias personales” (2017). Así, esta definición, aceptada y retomada tanto por actores políticos como por periodistas, comentaristas e investigadores de diferentes latitudes, exhibe una preocupación extendida por el modo en el que las personas forman sus opiniones en las democracias actuales y por el lugar de los hechos o la verdad en este proceso. En particular, el énfasis en el peso de las emociones pareciera señalar el peligro de que las mentiras, las verdades a medias o las ficciones pasen por ciertas en el espacio público y de esa manera entorpezcan el ejercicio del poder ciudadano (cegados por sus sentimientos o afectos, los individuos podrían verse incapacitados para comprender, juzgar, formar opiniones y tomar decisiones lúcidas). En este sentido, la noción de posverdad identifica una situación anómala o inquietante de las democracias contemporáneas, lo que obliga a quien quiera entender cabalmente el vocablo a tratar de imaginar el modelo de democracia normal o saludable que subyace a esa idea. Por lo dicho de modo explícito en la definición, podemos decir que ese modelo implícito, ese sistema político no asediado por las circunstancias propias de la posverdad, se apoyaría sobre la preeminencia de la verdad en la formación de las opiniones, piezas fundamentales del poder ciudadano en las democracias. De esta manera, nos encontramos con que la definición de posverdad presenta una inquietud o malestar respecto de las relaciones entre verdad y política en la actualidad, y entrelaza en esa preocupación elementos diversos: la verdad (y su contrario, la mentira), las emociones, las opiniones, y la democracia contemporánea. Así, la palabra posverdad encierra un problema complejo y para analizarlo parece ser necesario desagregarlo, desarmarlo, como quién abre una maquinaria compuesta de pequeñas piezas y se dispone a estudiar su funcionamiento. Para llevar adelante esa tarea, vamos a apoyarnos en primer lugar sobre algunos conceptos de Arendt que nos permitirán identificar y distinguir los elementos centrales de nuestro problema. Así, vamos empezar por diferenciar la búsqueda de la verdad del proceso de comprensión, que a diferencia de primera, resulta constitutivo de la política y es uno de los pilares de las opiniones. En un segundo lugar, vamos a detenernos en el juicio, segundo pilar de las opiniones, y vamos a observar su relación con las emociones o afectos. Luego presentaremos una descripción de las democracias de nuestro tiempo tomando como punto de partida la propuesta de Martín Plot de pensarlas como regímenes estéticos, a partir de ciertos conceptos fundamentales de la obra de Claude Lefort. Esto nos permitirá poner en contexto los elementos presentados por la noción de posverdad y nos dará mayores herramientas para comprender las relaciones entre verdad y poder constituyente en las sociedades actuales. Propondremos, a partir de los conceptos desarrollados, que la noción de posverdad puede entenderse más como una expresión de ciertos elementos epistémicos pujando por hacerse lugar en los regímenes políticos contemporáneos que como una descripción de un problema enteramente nuevo. Es decir que si existen amenazas para el poder ciudadano en nuestras democracias, esto se debe menos a la presencia de parcialidades en el espacio público que a la sobrevaloración de la verdad como parámetro último de discernimiento. Para terminar, vamos a plantear algunas reflexiones finales y ciertas preguntas acerca de los desafíos que se presentan a los sistemas políticos de nuestro tiempo.