INVESTIGADORES
AMAT Maria Dolores
capítulos de libros
Título:
Pandemia, saberes expertos y mentiras en el espacio público
Autor/es:
DOLORES AMAT
Libro:
LA PANDEMIA COMO ACONTECIMIENTO POLITICO. APORTES TEORICOS
Editorial:
Prometeo
Referencias:
Lugar: Buenos Aires; Año: 2022; p. 63 - 76
Resumen:
La pandemia del Covid-19 hizo patente la dependencia común de nuestras sociedades del saber experto, de la técnica y de la distribución de información fidedigna a todos los ciudadanos. La conciencia de estar sujetos a los mismos fenómenos desatados por el accionar humano y de depender de la ciencia para enfrentar peligros globales puede remontarse al menos al comienzo de lo que Martin Heidegger llama la “era atómica” (2002: 22). Sin embargo, el virus que empezó a propagarse a fines de 2019 hizo más palpable esa experiencia: aunque diferentes fenómenos (como guerras, conflictos armados diversos y movimientos migratorios) afectaron en el pasado reciente a porciones importantes de la población mundial, el Covid-19 transformó como nunca antes, y de manera simultánea, la vida cotidiana de las personas de casi todos los países del mundo.Por otra parte, la enfermedad provocada por el coronavirus no es la primera infección zoonótica surgida en el siglo XXI, pero su rápida difusión mundial y la necesidad de tomar medidas políticas drásticas dio la razón a virólogos y otros expertos que venían alertando sobre los peligros globales de los modos actuales de producción de alimentos y de mercancías (Cragnolini, 2020). Así, el Covid-19 mostró tanto el riesgo de las técnicas humanas aplicadas a la naturaleza, como la necesidad de la ciencia para identificar amenazas, brindar información sensible a los ciudadanos y encontrar soluciones. De esta manera, la pandemia puso en evidencia tanto las amenazas como las oportunidades abiertas por la técnica y la ciencia contemporáneas.Al mismo tiempo, el coronavirus mostró la dificultad de nuestras comunidades para separar lo verdadero de lo falso: en un momento en el que la información precisa y los datos científicos se revelaron vitales, se aceleró la propagación de mentiras, rumores, imágenes tramposas y teorías conspirativas. En este contexto, se acentuó la desconfianza de los individuos frente a las diversas fuentes de información disponibles1 y la Organización Mundial de la Salud (OMS) comenzó a utilizar el término infodemia para alertar sobre los peligros de la circulación de falsedades en el espacio público.De este modo, el nuevo virus volvió a colocar en el centro de las preocupaciones públicas al problema de la verdad y las mentiras, asunto que ya era protagónico en los debates políticos de los últimos años.2 ¿Pero cuál es la forma de esas falsedades? ¿Cómo surgen y se diseminan? ¿Existe algo novedoso en su manera de manifestarse? ¿Cuáles son las consecuencias de la convivencia entre verdades científicas y mentiras en el espacio público de nuestras comunidades? Este trabajo busca explorar estas preguntas a partir de la obra de Hannah Arendt, en particular de su texto Verdad y política, para echar luz sobre las condiciones en las que los ciudadanos de nuestro tiempo juzgamos y tomamos decisiones individuales y colectivas, y para comprender en qué sentido la pandemia del Covid19 abre a realidades políticas nuevas.Pero, por supuesto, el tiempo de Arendt es diferente del nuestro y sus observaciones surgen de un contexto en el que no existían Internet, ni los medios de comunicación con alcance global e instantáneo, ni las redes sociales, ni el término posverdad, repetido hasta el cansancio en nuestros días. De hecho, mientras Verdad y política llama la atención particularmente sobre el peligro de mentiras organizadas (sostenidas en muchos casos por Estados tentaculares), nosotros nos encontramos, en cambio, con falsedades fragmentarias pero ubicuas, motorizadas por las lógicas propias del mercado.Sin embargo, aunque el mundo que analiza Arendt no es idéntico al nuestro, sus conceptos y señalamientos resultan elocuentes para entender algunos de los problemas actuales más sobresalientes. En efecto, muchas de las tendencias que observa la autora se desarrollaron con mayor velocidad en las últimas décadas, potenciadas por la técnica, y parecieran haberse exacerbado por la pandemia. Entre estas tendencias, puede identificarse la crisis del juicio, acompañada por la desconfianza y un escepticismo que corroe un pilar fundamental de toda comunidad política: la distinción entre lo verdadero y la falso. Frente a esta realidad, Arendt destaca el valor de laciencia y de la investigación, que ocupan un lugar externo a la política pero fundamental para la preservación de los hechos de los que dependen los asuntos humanos. El saber experto, no obstante, ha adquirido en nuestra era un lugar central en la construcción de la realidad en la que vivimos y su rol ambiguo o dual, a la vez interno y externo al espacio de la política, podría abrir a fenómenos políticos novedosos.