EL MODELO DE LA GESTIÓN INTEGRADA DE RECURSOS HÍDRICOS (GIRH) EN DISPUTA. EL ROL DE LA PARTICIPACIÓN SOCIAL EN LOS ORGANISMOS DE CUENCA MATANZA RIACHUELO Y RECONQUISTA

SOLEDAD FERNÁNDEZ BOUZO; MELINA TOBÍAS

Jornada; I Jornadas de Investigación Ríos urbanos: nuevas perspectivas para el estudio, diseño y gestión de los territorios fluviales; 2017

Universidad Nacional de La Plata (UNLP) y la Universidad Nacional de San Martín (UNSAM)

En las últimas décadas, tanto en el plano internacional como en el nacional y local, ha tomado importancia la noción de cuenca hídrica como unidad territorial idónea para llevar adelante la gestión de los recursos hídricos. A su vez, se ha advertido sobre la necesidad de incorporar una mirada integral sobre la gestión del agua, que contemple todas las etapas del recurso como así también, a los distintos actores involucrados fomentando para ello la participación social dentro de los organismos de cuenca. En Buenos Aires, las principales cuencas que atraviesan la región metropolitana son la Cuenca Matanza Riachuelo y la Reconquista. Si bien la primera ha adquirido mayor protagonismo en los últimos años producto del proceso de judicialización que trajo aparejado el caso Mendoza por la contaminación del río, y que implicó ?entre otras cosas-la creación de la Autoridad de Cuenca Matanza Riachuelo (ACUMAR) y del Plan Integral de Saneamiento Ambiental (PISA); la segunda también cuenta con un modelo de gestión de cuenca llevado adelante por el Comité de Cuenca del Río Reconquista (COMIREC), y con un programa de saneamiento ambiental establecido por decreto en el año 2006. A pesar de las diferencias entre cada caso, un elemento común es que ambas se proponen ?al menos en lo formal- llevar adelante propuestas de manejo de cuencas que cumplan con los tres pilares básicos de la gestión integrada de recursos hídricos (GIRH), a saber, la integración sectorial, la descentralización territorial y la participación de la sociedad civil. No obstante, al analizar ambas experiencias es posible observar la dificultad que ambos esquemas tienen para incorporar la dimensión de la participación social dentro de sus programas de acción. De hecho, la participación es entendida más bien como espacios de difusión y de ?bajada? de las acciones previamente definidas a puertas cerradas por el organismo. En este sentido, el presente trabajo se propone analizar, a través del análisis de fuentes primarias (entrevistas en profundidad a organizaciones territoriales y a funcionarios de la ACUMAR y COMIREC) y secundarias (informes y documentos de dichos organismos), el rol asignado a la participación y el modo en que esta ha encontrado limitaciones para ser incorporada dentro de la gestión de cuencas.