Estratigrafía y paleoambientes aluviales del Neógeno en los alrededores de San Fernando, departamento de Belén (Catamarca).

BONINI, RICARDO; GEORGIEFF, SERGIO M.

Puerto Madryn

Congreso; 14ª Reunión Argentina de Sedimentología; 2014

Asociación Argentina de Sedimentología

En el ámbito de la Provincia Geológica de las Sierras Pampeanas Noroccidentales y en el límite suroriental de la Puna se desarrolla una secuencia sumamente potente de sedimentos neógenos ((Muruaga, 2001a; Bossi y Muruaga, 2009), reconocida principalmente por ser portadora de una fauna muy numerosa y diversa de vertebrados (Marshall y Patterson, 1981). Esta sucesión, extendida ampliamente en los valles tectónicos desde aproximadamente la localidad de Cafayate (Salta) hasta la sierra de Belén (Catamarca), fue considerada por Bossi et al. (1993) como la ?Cuenca Santa María?Hualfín?, al suponer sincrónicos los depósitos sedimentarios aflorantes en esta área. Sin embargo, las dataciones radioisotópicas indican que los depósitos del Valle de Santa María serían más jóvenes que los del Valle de Hualfín (Georgieff et al., 2012), por lo cual sería más adecuado considerar estas áreas como ?cuencas? con rasgos tectosedimentarios propios e independientes: ?Valle de Santa María? (VSM), ?Valle del Cajón-Campo del Arenal? (VCCA), y ?Barranca Larga-río Quillay? (BLRQ), (figura 1.1). La propuesta estratigráfica más reciente para la ?cuenca BLRQ? en los alrededores de San Fernando (Belén, Catamarca) fue desarrollada por Bonini (2014), teniendo en cuenta los estudios de Bossi et al. (1999), Muruaga (2000, 2001), y Muruaga et al. (2003). Estos autores reconocieron las siguientes unidades litoestratigráficas: formaciones Hualfín, Las Arcas, Chiquimil, Andalhuala y Corral Quemado, cuya extensión y relaciones de contacto fueron indicados en el mapa geológico confeccionado por Muruaga (1998, 2001a) y Bossi y Muruaga (2009). A partir del análisis de la secuencia sedimentaria aflorante en la localidad de San Fernando Norte, departamento de Belén en la provincia de Catamarca (27°17´5,92"S / 66°54´30,88"O; figura 1.2 y 1.3), se reconocieron las unidades litoestratigráficas propuestas por los autores previos, aunque modificando la extensión de algunas de éstas. Los afloramientos prospectados al oeste del río San Fernando, reconocidos por autores previos como Fm. Corral Quemado, fueron reasignados a la Fm. Andalhuala; mientras que a aquellas consideradas previamente como Punaschotter, fueron identificadas como Fm. Corral Quemado (figura 1.4; Bonini et al., 2012; Bonini y Georgieff, 2013a; Bonini, 2014). Los sedimentos reasignados a la Fm. Andalhuala, portadores de una rica y diversa fauna de mamíferos (e. g. Dasipódidos, Pampatéridos, Gliptodóntidos y roedores; Bonini et al., 2012; Bonini, 2014) están representados principalmente por facies de areniscas finas a medias, castaño claras a rojizas, con estratificación entrecruzada en artesa, en estratos tabulares y macizos; en menor proporción se reconocen facies limolíticas rojizas a castaño oscuras con estratificación tabular maciza, ondulítica y laminación paralela, intercaladas con facies de areniscas finas castaño claras con laminación ondulítica, tabular o lenticular, y facies de areniscas gruesas a grava fina (sábulo) de colores castaño claros a grisáceos, con clastos dispersos mal seleccionados, reconociéndose estratos macizos y lenticulares con estratificación entrecruzada en artesa (Bonini y Georgieff, 2013b). Además, en esta secuencia sedimentaria se reconocieron al menos 6 niveles cineríticos, dos de los cuales fueron analizados mediante el método Ar39/Ar40 arrojando edades de aproximadamente 4,7 y 4,8 Ma, las cuales claramente están por debajo de los aproximadamente 3,54 Ma (Marshall et al., 1979) y 3,66 Ma (Latorre et al., 1997), edad indicada para la base de la Fm. Corral Quemado en el área de Puerta de Corral Quemado. Por otra parte, el reconocimiento de un marcado cambio en la litología y el color de los sedimentos previamente asignados al Punaschotter, interpretado como una posible aridización del área, permitió reconocer la Fm. Corral Quemado. Los sedimentos reasignados a esta unidad (i. e. Fm. Corral Quemado), están representados por facies de arcillitas y limolitas tabulares rojizo oscuras y lentes de sabulitas intercalados entre los niveles arcillo-limosos, características litológicas diferentes de las descriptas por autores previos para esta unidad litoestratigráfica en otras áreas (i. e. predominio de facies conglomerádicas; Muruaga, 1998, 2001a; Bossi y Muruaga, 2009). Hacia el techo de esta unidad se identificó un depósito cinerítico de 2m de espesor considerado la toba de 3,66Ma. Por encima de la toba mencionada la litología cambia bruscamente, reconociéndose los paquetes suprayacentes a ésta como una unidad litoestratigráfica diferente. En los últimos 25 m del perfil se registraron 8 cuerpos conglomerádicos de guijones y bloques macizos clasto-soporte de 3 a 5 m de espesor con gradación normal, interpretados como depósitos de canal gravoso, los cuales corresponden al ?Punaschotter?, una denominación informal propuesta por Penk (1920).