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El registro estratigráfico preserva una porción de la historia geológica de una parte de la cuenca. Los controles previos, durante la sedimentación y la modificación postsedimentaria condicionan la preservación del registro fósil y, por lo tanto, las interpretaciones paleoecológicas. Por lo tanto, para minimizar las faltas de registro, las reconstrucciones deben integrar, cuantificar y contemplar evidencias de variables de macro, meso y microescalas. Metodologías adicionales a la estratigrafía y a la paleontología tradicional son complementos necesarios: una bioestratigrafía espacial dealta resolución controlada con dataciones absolutas, geoquímica de mayores, menores y trazas; las arcillas como indicadores de meteorización, temperatura y precipitaciones; y los registros paleomagnéticos que definan las tasas de erosión sedimentación son algunas de las herramientas a incorporar. Un modelo integrado por la crono-estratigrafía, lito-, bio-, magneto-, quimio-, isótopos ambientales y arcillas está siendo implementado en el Neógeno de las Sierras Pampeanas Noroccidentales de Catamarca, lográndose avances significativos en la visualización de la paleoecología entre el Tortoniano (11,62 Ma) y el Piacenziano (2,58 Ma). Este nuevo modelo permite integrar y contrastar con información regional y global disponibles o en estudio a otras variables, por ejemplo, los cambios en el tipo de cobertura (C3/C4). Finalmente, un estudio de alta resolución paleomagnética y cronoestratigráfica permitirá explorar los efectos de los cambios de lapolaridad magnética en el registro fósil y compararlo a escala regional y global.

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