INVESTIGADORES
GEORGIEFF Sergio Miguel
congresos y reuniones científicas
Título:
DEPÓSITOS Y PROCESOS SEDIMENTARIOS DEL PLEISTOCENO-HOLOCENO EN EL NORTE DE LA SIERRA DE SAN LUIS. ARGENTINA
Autor/es:
FACINI, JOAQUÍN; CHIESA, JORGE; GEORGIEFF, SERGIO M.; MARTÍNEZ, CÉSAR; ICAZATTI, FRANCO
Lugar:
Paraná
Reunión:
Congreso; XVII Reunión Argentina de Sedimentología; 2021
Institución organizadora:
Asociación Argentina de Sedimentología
Resumen:
Las características de la sucesión sedimentaria cuaternaria aflorante en el faldeo norte de la Sierra de San Luis, identificada en el Perfil Río Los Piquillines (32°21'38"S, 65°45'34"O) permiten proponer la dinámica aluvial en la transición Pleistoceno-Holoceno y asociarlas regionalmente al levantamiento en el noroeste de la sierra. El río Los Piquillines es el principal tributario en la cuenca alta del río Quines, que tiene su desembocadura en el piedemonte noroccidental. La cuenca del río Los Piquillines tiene un perímetro de 52,4 km, una superficie de 79,8 km2, con 8,6 km de ancho y 15,6 km de longitud, de forma oval oblonga a rectangular oblonga (Kc= 1,65) según el índice de Gravelius (1914). El río Los Piquillines tiene una longitud aproximada de 22 km y un desnivel relativo de 670 m. Los depósitos constituyen el relleno de depocentros de altura sobre remanentes de una paleosuperficie de erosión desarrollada en rocas de basamento ígneo-metamórfico que en conjunto presentan distinto grado de incisión fluvial por ríos y arroyos actuales. La cuenca se desarrolla en diferentes rocas del basamento cristalino representadas por esquistos, granitos, monzogranitos y granodioritas. El perfil se ubica sobre la margen derecha a 3 km de su desembocadura en el río Quines. El estrato basal tiene 0,9 m de espesor promedio, formado por conglomerados (Cg: 56%, As: 22 %, Lm 22 %) matriz soporte de composición fango arenosa (As: 54 %, Lm 37 %, Cg: 8,36%), los clastos son subredondeados a subangulosos de composición granítica gris y rosa y esquistosa, con tamaños máximos de 0,4 m y predominantes de 0,15 m, la matriz es de color pardo amarillenta, consolidada, estructura planar grosera, con contenido de materia orgánica de 1,09 % y 3 % de carbonato de calcio, geometría lenticular que lateralmente grada a arena limosa. En contacto transicional, suprayace un estrato de 1,25 m de espesor, conformado por arena limosa (As: 56 %, Md: 38 %, Cg: 6%) con gravas granocreciente, se observan bloques laminares de hasta 4 cm, con distribución escasa y aislada, y predominan los guijarros de 2 cm, subredondeados a subangulosos, composición predominante granítica gris y rosa, y esquistosa subordinada, moderadamente consolidada, la estructura es maciza, con 1,24 % de contenido en materia orgánica, 3,8 % de carbonato de calcio y de color pardo. Suprayace en contacto transicional una arena limo-gravosa (As: 57%, Lm: 31,8%, Cg: 11, 2 %) con guijas y guijarros dispersos (10 a 50 mm) de composición granítica rosa, 0,35 m de espesor, moderadamente friable, geometría tabular y estructura maciza, con contenido de materia orgánica de 2,21 %, de color pardo oscura y en la superficie se desarrolla el suelo actual (0,20 m). Los conglomerados matriz soporte con estructura pobre corresponde a la litofacies Gmm (Miall, 1996) interpretada como resultante de procesos de carga tractiva dominada por flujos fluidos canalizados. La arena limosa maciza corresponden a litofacies Sm interpretada como depósitos gravitacionales de flujos densos con lóbulos de explayamiento o desconfinamiento, la presencia de gravas en el estrato cuspidal (bloques proyectados) puede significar presión dispersiva de bloques (típicos de flujos de detritos). Las geoformas actuales de barras y canales labradas sobre el sustrato de basamento cristalino del río Los Piquillines conforman, por reactivación del levantamiento de la sierra, un análogo de los depósitos pleistocenos descriptos en la base de las barrancas. Mientras que los depósitos holocenos son interpretados como un estadio de menor actividad tectónica con depósitos de derrame (explayamientos) típicos de un valle aluvial con procesos de crecientes estacionales. Por último, se produce la edafización del techo del depósito cuspidal. Considerando los antecedentes y posición estratigráfica, el estrato basal conglomerádico es correlacionado con la Formación Alto Grande (Latrubesse y Ramonell 1990) y vinculado al Pleistoceno tardío (circa 15.000 AP), el suprayacente estrato de arena limosa al Óptimo Climático del Holoceno Medio (circa 5000-4000 AP) y el estrato cuspidal de arena limosa gravosa a la Anomalía Climática Medieval (circa 800-700 AP).